Desconsideración
Daniel Gallardo Marín Garrapinillos (Zaragoza)
Por lo visto, el presidente Lambán se debió de olvidar de que no preside un gobierno monocolor o, tal vez, daba por sentado que el Consejero de Vertebración del Territorio y presidente de CHA tragaría, a pesar de no haberle consultado con anterioridad el acuerdo con Ciudadanos para la reforma del impuesto de sucesiones. Pero uno, que ya tiene años de vida, se imagina que fueron otras las razones. Sabedor Lambán de la opinión de la bancada de los nacionalistas (nacionalistas buenos, solidarios y con sentido común) en las cortes aragonesas, al expresar su disconformidad el portavoz Gregorio Briz, era improbable que el consejero y presidente de Chunta aragonesista le diera su visto bueno.
Y no hay como hacer del defecto virtud y aquí los de CHA han logrado introducir una serie de ventajas sociales que elimina las injusticias de este impuesto con cuatro medidas importantes: Equiparación de las parejas estables no casadas a los matrimonios, a efectos del Impuesto de Sucesiones. Medidas para favorecer la transmisión de vivienda habitual tanto por sucesión como por donación. Una tributación de la fiducia sucesoria, una institución clave de nuestro Derecho foral, por la que llevamos luchando muchos años y extensión a los nietos de los beneficios tributarios de los hijos en atención a que en el derecho foral todos los descendientes de cualquier grado tienen derecho sucesorio.
Y, además, van a facilitar la tramitación en las Cortes de Aragón, por la importancia que esta reforma tiene para la ciudadanía. Por lo tanto, CHA ha conseguido introducir mejoras sustanciales a través de la negociación, tanto desde el punto de vista social como en defensa de nuestras señas de identidad aragonesas.
Mejoras que han de servir para que los aragoneses conozcamos a fondo esta cuestión sobre el Impuesto de Sucesiones, en lugar de aceptar el fondo del acuerdo alcanzado entre el PSOE y Ciudadanos. Que es nuestro dinero. Pero dicho esto, no solo es una discrepancia más allá entre socios de gobierno como dice Lambán, es una desconsideración hacia quienes les apoyaron y hoy gobiernan en un departamento complejo y con notable éxito