La jurisprudencia oscila entre la prescripción y el delito permanente
La búsqueda de los dos bebés ▶▶ supuestamente robados en el Obispo Polanco de Teruel, a finales de los 70, podría acabar archivado en un plazo más o menos breve. Pero la jurisprudencia no concuerda. En un caso de estas características, existe diversidad de pareceres entre los expertos en Derecho. «Para algunos es un delito de lesa humanidad, y por lo tanto imprescriptible, pero, para otros, se trata de un delito permanente que solo prescribe transcurridos 15 años desde que la víctima tiene conocimiento de la irregularidad», explica la letrada valenciana Cinta Monferrer, que lleva el caso de Prudencia Bielsa Gil. «Tampoco faltan los que consideran que ha prescrito, un punto de vista que se está imponiendo en el caso de los bebés robados», dice. «De ahí la importancia de que, cuando se denuncia un supuesto caso, se haga aportando el mayor número posible de pruebas», añade. El camino hasta aquí no ha resultado fácil. Prudencia se encontró con reacciones de incredulidad en cuanto destapó sus sospechas. «El policía nacional que me tomó declaración me dijo, extrañado, que era el primer caso de bebé robado que se denunciaba en Teruel», cuenta. En realidad, ya desde el principio, en su historia no hay nada que se atenga a la normalidad. «No me enseñaron a los bebés cuando di a luz, y los enterraron sin que yo estuviera presente», recuerda Prudencia. «Después de parir me sedaron y cuando recobré el conocimiento los bebés no estaban», afirma.