Sin mayoría
CAMBIO DE ALIZANZAS
El Gobierno de Aragón no descarta cambiar de alianzas para sacar adelante el proyecto de la renta social básica. «Para nosotros es imprescindible dialogar con todo el mundo», aseguró el consejero Vicente Guillén tras asumir la distancia abierta entre el PSOE y Podemos por la crisis provocada por la reforma del impuesto de Sucesiones. Sin embargo, hasta ahora los grupos del centro derecha se han mostrado muy críticos con las ayudas previstas. guró. Y en particular aludió a la «coherencia política» de Podemos para salvar el bache actual. «A ellos es a los que más les debería interesar que esta ley saga adelante», indicó.
Aunque lo que por un lado parece conciliador, por el otro se llena de reproches. «Seguramente ya estamos actuando tarde», insistió Guillén. El socialista cargó sobre la formación morada el hecho de que «las personas que más necesitan la renta básica» se puedan quedar por el camino.
El aporte que está en fase de ponencia implica sustituir el Ingreso Aragonés de Inserción (IAI) y a la Ayuda de Integración Familiar (IAF) por una cuantía mínima y un complemento económico en función de los salarios. Estará destinado a unidades de convivencia en situación de exclusión social, que carezcan de ingresos laborales y que no dispongan de recursos suficientes para atender sus necesidades básicas. Podemos se ha mostrado muy crítico con esta definición al considerar que «estigmatiza la pobreza» y que no tiene en cuenta los nuevos modelos de precariedad surgidos tras la crisis económica.
Guillén destacó que el PSOE en las Cortes de Aragón está tomando las riendas a la hora de encauzar las relaciones con Podemos, completamente deterioradas tras el pacto que firmaron con Ciudadanos para reformar el impuesto de Sucesiones. «Están haciendo un gran esfuerzo para dialogar con todas las fuerzas políticas, aunque en primer lugar se intente con aquellas que facilitaron la investidura del presidente Javier Lambán», indicó. Por ahora los avances siguen siendo precarios.
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