Deficiente servicio
Seguramente a ustedes lectores les habrá tocado visitar el hospital Miguel Servet de Zaragoza como pacientes, acompañantes o visitantes. Tenemos un equipo de profesionales médicos excepcionales, auxiliares y enfermeros que hacen todo lo posible para que la estancia sea lo más cómoda posible, celadores diligentes, buen servicio de limpieza… todo ello a pesar de las precariedades que la crisis y las malas políticas nos han llevado a padecer unos servicios mejorables.
Las habitaciones, las salas de observación, informática, quirófanos y demás salas y despachos van modernizándose, ya que la medicina y las infraestructuras avanzan muy rápido y la sociedad demanda cada día que los políticos pongan todo de su parte para que haya más medios para todo ello.
Por desgracia, y como nos ocurre a muchos ciudadanos, tengo a un familiar cercano ingresado hace varios días en el hospital. Allí ya sabemos que el tiempo pasa muy despacio y pacientes y acompañantes tenemos la oportunidad de contratar un servicio para ver la televisión. La habitación de un hospital no es el sitio más recomendado para disfrutar de una película, un documental o un partido de fútbol… pero puede ser una forma de hacer más llevadera la tarde, estar informado o simplemente dejar de pensar en otras cosas.
Lo que no es de recibo es el deficiente servicio ofrecido por la empresa que lo comercializa, que está totalmente desfasado en calidad, precio y comodidad. No puede ser que en 2018 todavía estén en las habitaciones de los pacientes las mismas televisiones de 14 pulgadas, con mala señal de imagen y sonido de hace 15 años y el precio semanal sea de 17 euros más 5 euros de fianza.
No es lo más importante en un hospital, pero allí, el más mínimo detalle se agradece.
Alguien me dirá… pues no contrates el servicio.
Algún paciente me pregunta… ¿dan el partido del Zaragoza por televisión?