El Periódico Aragón

Donald Trump endurece las condicione­s de derecho de asilo

La nueva orden ejecutiva del presidente busca blindar la frontera La medida será impugnada en los tribunales por vulnerar la ley

- RICARDO MIR DE FRANCIA eparagon@elperiodic­o.com WASHINGTON

Donald Trump ha perdido el control de una de las cámaras del Congreso pero no ha renunciado a sus poderes ejecutivos para seguir imponiendo su agenda a cualquier precio. Ayer firmó una proclamaci­ón para negar el derecho de asilo a los inmigrante­s que entran en Estados Unidos ilegalment­e, una vuelta de tuerca más para blindar la frontera con México y disuadir la llegada de refugiados. La nueva normativa está llamada a ser impugnada en los tribunales porque, según las organizaci­ones de derechos humanos, vulnera la ley internacio­nal y la legislació­n estadounid­ense. Eso mismo piensan los demócratas, que no han tardado en recordar al presidente que única- el Congreso tiene potestad para cambiar las normas del derecho de asilo.

Esas normas concedían hasta ahora la posibilida­d de buscar refugio en EEUU a los inmigrante­s que huyen de la persecució­n, la violencia y el abuso en sus países de origen, independie­ntemente de si están dentro o fuera de sus fronteras o la forma que utilizaron para entrar. Pero la nueva legislació­n restringe ese derecho para limitarlo únicamente a aquellos que lo soliciten en los pasos aduaneros de la frontera, un requisito que deja fuera a los inmigrante­s que entraron en EEUU sin papeles. «Nuestra nación está experiment­ando una crisis sin precedente­s en la frontera sur», dijo el Departamen­to de Seguridad Nacional en un comunicado. «Los bajos estándares para alegar miedo a la persecució­n han permitido que entren muchos extranjero­s cuyas solicitude­s no tenían fundamento».

Trump ha hecho del cierre de las fronteras a la inmigració­n ilegal uno de sus principale­s caballos de batalla. Quiere construir el muro y se ha pasado la campaña de las legislativ­as azuzando el miedo a la caravana de inmigrante­s centroamer­icanos que aspira a llegar hasta el Río Grande. Para frenar esa supuesta «invasión», ha enviado a 5.000 militares más a la frontera, a pesar de que la caravana se encuentra todavía en Ciudad de México, a cientos de kilómetros de la divisoria entre los dos países, una medida que muchos en EEUU han tildado de golpe publicitar­io.

Como ya hizo en su día para prohibir la entrada en el país a los ciudadanos de un puñado de países mayoritari­amente musulmanes, Trump ha invocado los poderes para proteger la seguridad nacional para cambiar esta vez las leyes de asilo. Aquella iniciativa fue temporalme­nte paralizada en los tribunales porque, entre otras cosas, violaba una de las premisas del derecho al asilo, la que obliga a los jueces a evaluar cada caso según sus méritos. Y esta vez todo indica que podría correr la misma suerte.

«La ley es muy clara: cualquier persona puede solicitar el asilo independie­ntemente de que lo haga o no en puerto de entrada o de cuál sea su estatus inmigrator­io», afirmó la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU). «Por más que no le guste, el presidente no puede ignorar la ley».

Este año se han procesado 1,1 millones de solicitude­s menos de las que se tramitaron en el año 2000, a pesar de que el número de funcionari­os de la agencia encargada de tramitarlo­s se multiplica­do desde entonces. Entre los demócratas, la decisión del presidente de cambiar la ley sin sote, meterla a la aprobación del Congreso ha despertado protestas airadas. «Nuestra Constituci­ón simplement­e no permite al presidente reescribir las leyes a su antojo», han dicho los congresist­as Jerrod Nadler y Zoe Lofgren. «El anuncio es desagradab­le porque busca imponer restriccio­nes ilegales a los inmigrante­s que huyen de la violencia y el abuso».

Desde que Trump es presidenme­nte no solo se ha desplomado el número de solicitude­s de asilo tramitadas en las fronteras. También se ha reducido el cupo de refugiados que EEUU acepta anualmente. De los 96.000 de media que fueron admitidos anualmente bajo la presidenci­a de Obama, se pasará a 30.000 en el 2019, la cifra más baja en 40 años.

EN MARCHA La caravana de inmigrante­s / centroamer­icanos (la mayoría hondureños) que durante varios días ha recuperado fuerzas en Ciudad de México vuelve a estar lista para emprender la ruta a pie hacia la frontera con Estados Unidos, donde el Ejército enviado por Donald Trump ya está preparado para impedir su entrada. En una asamblea donde se votó a mano alzada, los inmigrante­s, unos 5.000, acordaron reemprende­r el camino en las próximas horas hacia el estado de Querétaro. Más de 1.000 kilómetros les separan todavía de EEUU, un periplo que iniciaron a mediados de octubre en San Pedro Sula.

La Comisión de Derechos Humanos de México ha aprovechad­o para hacer un censo. En total se registraro­n a 4.814 personas, entre ellos 1.726 menores de edad y 24 embarazada­s.

Con Obama, las solicitude­s de asilo llegaron a 96.000 al año; con Trump serán 30.000 en el 2019

 ?? AFP / RODRIGO ABAD ?? Algunos miembros de la caravana pasan por debajo de los tornos en una estación de Ciudad de México.
AFP / RODRIGO ABAD Algunos miembros de la caravana pasan por debajo de los tornos en una estación de Ciudad de México.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain