La democracia gana en EEUU
No ha sido la gran ola azul, pero la recuperación de la Cámara de Representantes por el Partido Demócrata devuelve a la política los equilibrios y contrapoderes fijados en la Constitución para evitar el monopolio absoluto del poder. Los demócratas dan señales de haber superado la catalepsia causada por la derrota de Hillary Clinton hace dos años pese a superar a Donald Trump en votos populares. Con este impulso, el partido podrá buscar candidato con posibilidades para la carrera a la Casa Blanca. El resultado no es bueno para Trump, pero tampoco es malo. Pese a seguir el control republicano del Senado, la mayoría demócrata en la Cámara significa que el presidente no lo tendrá fácil para que se aprueben sus proyectos y habrá un escrutinio sobre su actividad política. Se descarta un impeachment, pero la nueva Cámara querrá investigar la colusión entre servicio público y negocios privados, el dosier ruso y otras cuestiones. Lo que Trump puede considerar positivo es que conserva tirón electoral cara a las presidenciales. El resultado es excelente para la democracia. El activismo político y la alta participación indican que buena parte de la sociedad ha visto el peligro que acechaba y ha querido contrarrestarlo. La elección de mujeres, de jóvenes, de minorías étnicas y religiosas, implica un cambio en unas instituciones dominadas por el hombre blanco.