La culpa también es de la prensa
Los medios de comunicación han servido con frecuencia de altavoz a charlatanes de la salud
Dietas anticáncer, acupuntura, homeopatía, osteopatía, medicina holística y ortomolecular... Muchas disciplinas no avaladas por la ciencia han conseguido calar en la sociedad por muchos motivos. Entre ellos, la cobertura que les han dado, les hemos dado, los periodistas. «Los medios han estado décadas dando la misma validez a la ciencia oficial que a las disciplinas exóticas. En prensa, radio y televisión se habla del cáncer y la quimioterapia, sí, pero también de que un tío te pone las manos en el cuerpo y te puede curar», denuncia Luis Alfonso Gámez, periodista científico de El Correo y socio fundador de Círculo Escéptico, una asociación que fomenta el pensamiento crítico contra la pseudociencia.
Gámez recuerda que fueron las televisiones públicas y privadas las que alzaron, hace un tiempo, a personajes como Txumari Alfaro. En La botica de la abuela (TVE), el naturópata ofrecía en los años 90 «bonitos y entrañables consejos»: naran- jas para evitar la pérdida de cabello o tomates para curar las amígdalas con pus.
Los periodistas le convirtieron en un gurú de la salud natural. Alfaro ha defendido el origen emocional de enfermedades como el cáncer, bendecido las propiedades curativas de nuestra propia orina y recomendado enemas de café para las migrañas. «Las teles han sido un coladero de charlatanería. Ahí tenemos a Javier Cárdenas poniendo en duda la efectividad de las vacunas, o a Mariló Montero asegurando que oler un limón puede combatir el cáncer», concluye Gámez.
Carlos Elías, catedrático de Periodismo de la Universidad Carlos III, asegura que, en contra de lo que se enseña en las facultades, «los periodistas no deben ser neutrales». La prensa siempre debe estar del lado de la víctima. «No se puede dar voz a todo el mundo como se ha hecho en los medios enarbolando la bandera de la objetividad porque hay temas de los que solo un científico, un investigador o un químico puede opinar». ☰