«Fui consagrado como pastor en el 2008, cuando estaba en Zaragoza. En Brasil poquísimos me llaman Ricardo, me dicen pastor»
ticia. Lo que se hace mal se paga y es así. Entró en caminos duros y estoy sorprendido por cómo dejó el club.
—Ha jugado en Emiratos Árabes o Brasil desde su marcha del club. ¿Ha seguido al Zaragoza durante este tiempo?
18 años que sirvo al Señor. Con 20 años entendí que debía dedicar mi vida también a Dios y no solo a mis deseos, por cuestión de gratitud. Hoy por hoy, en Brasil, nadie me llama por mi nombre, sino que me dicen pastor. Poquísimos me llaman Ricardo. Es una pasión. Tenemos una bendición tan grande que, en vida, le tengo que ser grato y siempre que puedo me dedico a predicar y siempre saco un rato de mi tiempo para Dios.
—¿Qué hace concretamente cuando ejerce de pastor?
—Tenemos un reconocimiento de la iglesia, que es pastorear o cuidar de personas. Hay quien se pregunta cómo es posible compaginarlo con el fútbol. No me dedico integralmente al pastoreo, pero tengo tiempo para pastorear. Cuando estuve en Emiratos Árabes fundamos una iglesia brasileña en Abu Dabi. En Brasil no pastoreo una iglesia, pero me siento para unir y escuchar. Me dedico a las personas que necesitan consejos o entender más lo que es dedicar una vida a Dios.
—¿Le dedicará más tiempo cuando se retire del fútbol?