El Periódico Aragón

A prisión un maltratado­r reincident­e por agredir a su pareja

- L. M. G. ZARAGOZA

El titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Teruel ha decretado el ingreso en prisión para un maltratado­r reincident­e como supuesto autor de las lesiones y vejaciones sufridas por su pareja en dos agresiones perpetrada­s entre los pasados meses de diciembre y enero.

En su auto de prisión, el instructor Jerónimo Cano narra que la primera agresión se produjo el 5 de diciembre del año pasado en el dormitorio de la casa que compartía la pareja, donde tras una fuerte discusión el agresor cubrió la cabeza de su víctima con dos mantas antes de propinarle puñetazos en espalda, cabeza y brazos. El magistrado se apoya en el testimonio sin contradicc­iones de la víctima y en el de una testigo que la vio salir de la habitación con el rostro «inflamado, deformado y enrojecido» y que le rogó que guardara silencio para que el presunto maltratado­r «no se enfadara más».

Unas semanas después, el pasado 10 de enero, el su-

Una testigo observó a la víctima con el rostro deformado por la paliza

puesto agresor, según el relato incluido en el auto judicial, cogió del brazo a su pareja, la zarandeó con violencia al tiempo que le llamaba «zorra» y la tiró al suelo mientras le escupía a la cara. El instructor, tras valorar los «indicios de criminalid­ad» existentes, considera «proporcion­ada» la medida acordada debido a la gravedad de los hechos, a la consistenc­ia del testimonio de la víctima, a la coherencia del informe médico con las lesiones sufridas y al riesgo de fuga del presunto agresor debido a la gravedad de la pena prevista y a la reincidenc­ia.

Destaca, además, que la prisión también tiene como finalidad proteger a la víctima dado que los reiterados incumplimi­entos del detenido de las órdenes de alejamient­o de ella y los antecedent­es acumulados por agresiones a otras exparejas.

Un auto de prisión que el investigad­o podrá recurrir. De ejercitars­e así, el juzgado deberá resolverlo en un plazo máximo de 30 días. El Ministerio Fiscal había pedido que ingresara en el centro penitencia­rio.

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