El PP no tiene «nada que esconder» tras los nuevos datos de la caja b
La vicesecretaria de Organización ▶▶ del PP, Ana Beltrán, defendió ayer en Zaragoza que su partido no tiene «nada que ocultar», tras las nuevas informaciones publicadas por El País de los papeles de Bárcenas sobre la financiación del PP de Madrid en 2003. «El PP, con Pablo Casado, ha tomado todas las medidas necesarias para luchar contra la corrupción y hemos dicho en numerosas ocasiones que no queremos a nadie que haya tenido algo que ver con quien haya metido la mano en la gestión pública», aseguró. ta preocupación, y anticipan que la cita con Casado servirá para rebajar el malestar, además de para mostrar que Sánchez «no es un sectario», porque quiere ofrecer al PP pactos de Estado sobre pensiones y financiación.
Casado llega a la cita preocupado porque le vean como un dirigente que se ha desentendido de la gobernabilidad y no ha ofrecido ayuda a Sánchez para que explore opciones que le impidan acudir a los republicanos. Hasta ahora, las fórmulas que el líder conservador ha puesto sobre la mesa afectan a Ciudadanos, al que le reclama la abstención, y a la coalición Navarra Suma, con la que los populares, naranjas y UPN se presentaron en esa comunidad. Pero no ha ofrecido a ninguno de sus 89 diputados para que el candidato del PSOE pueda sacar adelante su investidura. Con la abstención técnica de una parte de la bancada popular, Sánchez podría revalidar su presidencia.
En el encuentro, Casado, según fuentes de la dirección, transmitirá al jefe del Ejecutivo su oferta: podrá contar con el PP en asuntos clave, pero no para su reelección. Igual de interesante será la conversación que Sánchez tendrá mañana con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien defiende la abstención del PP para evitar que Podemos gobierne con el PSOE y que ERC tenga influencia. La propuesta no ha sido secundada por Casado. En la cúpula de Génova se ha justificado esa diferencia de opinión y también la de Cayetana Álvarez de Toledo, que aboga por un Gobierno de PSOE, PP y Ciudadanos.
Tras Casado, será el turno de Arrimadas. La dirigente naranja también es partidaria de hacer un Ejecutivo de los llamados partidos constitucionalistas.
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