El gol de Papu y el Real Zaragoza ganador
Luis Suárez, Guti, Javi Puado, Soro, Eguaras y Clemente, varios de los pilares sobre los que Víctor Fernández ha reconstruido el equipo y lo ha situado en la tercera posición de Segunda, se quedaron en tierra. El partido verdaderamente importante de la semana se juega el domingo en Huesca. Lo que de verdad cuenta para el futuro del equipo y del club se pondrá en juego en El Alcoraz. Tres puntos de una importancia elevada. A Socuéllamos, viaje largo y algo desagradable, el entrenador marchó acompañado por la mayoría de sus suplentes, por algunos jugadores principales que por deméritos propios y méritos ajenos ocupan ahora un lugar más secundario en espera de poder recuperar su rol inicial y por varios canteranos que están llamando la atención en la Ciudad Deportiva, desde donde ahora existe una puerta abierta de par en par hacia el estadio de sus sueños. Borge, Francés y Buyla cumplieron con profesionalidad. Ahmed redondeó el cuarteto. Fueron también los primeros minutos para Bikoro en la temporada oficial y el encuentro sirvió para que Papu volviera a olisquear el aroma del gol, ese 0-1 que sirvió para sellar el acceso a la segunda eliminatoria de la Copa del Rey, en la que el Real Zaragoza estará presente. En el partido, jugado sobre hierba artificial frente a un equipo de Tercera, ordenado pero con poca malicia y escaso de calidad ofensiva, Pombo comenzó poniendo el foco sobre su figura. Con verticalidad, regate y buenas acciones de fuera hacia adentro que culminó con pobres definiciones ante la portería rival, sobre todo por precipitación y una mala colocación del cuerpo a la hora del golpeo.
El Zaragoza se mostró como la noche requería. Profesional, serio, compacto y sabedor de cuál era el objetivo. El objetivo era la victoria y mantener, con el equipo B, esa dinámica ganadora en la que anda subido que había multiplicado la confianza de los que juegan habitualmente y que en Socuéllamos redobló la de los suplentes.
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