La patología está erradicada en España desde 1964 y la causa el mosquito anofeles
La malaria está causada por ▶▶ parásitos que se transmiten a través de la picadura del mosquito anofeles (Anopheles). Una vez en la sangre, este parásito se dirige al hígado y allí llega a multiplicarse, matando las células hepáticas. La malaria o paludismo fue erradicada en el siglo XX en las zonas templadas, por lo que se limita a países tropicales. En España, concretamente, se erradicó en el año 1964, aunque es posible la aparición de casos de malaria autóctona como el que se acaba de hallar en Aragón. Dado que la mayoría son importados, el parásito llega mediante viajeros a zonas endémicas, a través de sangre infectada, trasplante de órganos, contaminación cruzada de materiales y fluidos aplicados de modo invasivo o por inoculación con agujas infectadas. Los síntomas más habituales de la malaria son fiebre, dolor de cabeza, escalofríos y vómitos. El riesgo de contagio existe con gran posibilidad en África Subsahariana, en América Central y en el Sudeste Asiático. Respecto al tratamiento, existen profilácticos que sirven para prevenir el contagio, así como distintas vacunas experimentales que tienen como objetivo erradicar la enfermedad.