ERC abre un paréntesis en la negociación con el PSOE
La Moncloa no tira la toalla y mantiene sus expectativas
La contundencia del fallo del TJUE modificó planes. Si ERC meditó ayer en un primer momento el no mezclar la sentencia con la negociación para la investidura de Pedro Sánchez, que el tribunal fuera más allá incluso de lo que había ido el abogado general de la UE en su dictamen y obviara la situación de condenado en firme de Oriol Junqueras, hizo que ERC replanteara la posición. Era imposible no hacer un acuse de recibo y este tomó forma de exigencia al Gobierno de que se pronunciara (habían pasado ocho horas y de la Moncloa no había salido ni un zumbido) sobre el fallo y lo acatara. Una hora después de que tanto Marta Vilalta como Marta Rovira amenazaran con interrumpir las negociaciones, se produjo el comunicado de la Moncloa que «respetaba y acataba» el fallo.
El comunicado fue acogido con satisfacción por ERC. El tira y afloja con el Gobierno fue el broche a una jornada eufórica para el independentismo en general. En la primera reacción, el líder extramuros de ERC, Pere Aragonès, consideró la sentencia del tribunal de Luxemburgo como «una victoria histórica» de Junqueras, pero también «de sus electores y de todos los ciudadanos europeos». «Queremos ver a Junqueras aquí con nosotros, Oriol vuelve», afirmó el coordinador nacional de ERC entre aplausos de los diputados republicanos y gritos de «libertad». Junqueras ya ha pedido al Supremo la nulidad de la sentencia del procés y su puesta en libertad, según apuntó su abogado Andreu Van den Eynde.
También hubo alegría en JxCat, ya que por la forma y el fondo del fallo, que usa el genérico, permite pensar que esa inmunidad alcanzará también a Puigdemont y Comín.