El derbi de Ander
El jugador del PSG recuerda «con mucho cariño» el gol que supuso la primera victoria en El Alcoraz en Segunda «El fondo estaba lleno de zaragocistas y lo pude celebrar ahí, fue algo indescriptible», asegura el exzaragocista
El 9 de mayo del 2009 está grabado a fuego en el corazón de Ander Herrera. Ese día en El Alcoraz el Real Zaragoza logró la primera de sus dos victorias en la categoría de plata en el estadio oscense, ya que la otra la consiguió en la 16-17 con dos goles de Dongou y otro de Ángel (2-3) en una jornada marcada por la lluvia y el deseo de suspender el partido. El protagonista indiscutible de aquel estreno victorioso en Huesca en Segunda fue el ahora jugador del París Saint Germain francés, titular ese día y autor de un gol inolvidable para él y para toda la afición.
Era la jornada 36 de Liga y el Zaragoza de Marcelino García Toral, que en la primera vuelta había firmado tablas a dos dianas en La Romareda con su vecino, ya iba embalado hacia el ascenso a Primera que firmó al final del campeonato tras una gran recta final. Ander, que aún no había hecho los 20 años, ya era entonces un proyecto de enorme futbolista de futuro que luego cumpliría y que ya había convencido al técnico asturiano y se había empezado a ganar el corazón del zaragocismo tras debutar en esa temporada ante el Levante en la jornada 22.
En aquel equipo Ander se hizo un hueco primero y después se convirtió en indiscutible, jugando los últimos nueve partidos como titular hasta lograr sellar el retorno a Primera ante el Córdoba. Una lesión en el aductor de Ewerthon tenía al brasileño entre algodones y ante el Tenerife una semana antes Ander había sido el segundo punta por detrás de Arizmendi y marcó en La Romareda su primer gol, en el minuto 1, aunque el equipo isleño niveló el partido por medio de Nino. Siete días después, en El Alcoraz, repitió suerte, con un tanto mucho más decisivo, hasta vital en el camino hacia Primera. Aquel Zaragoza ya solo conoció la victoria hasta sellar el ascenso.
«Lo recuerdo con mucho cariño, porque fue una victoria muy importante para nosotros. Ganamos, hice el gol, que fue un disparo al borde del área ajustado», asegura. Miguel Martínez no pudo despejar el remate colocado de Ander que recogió el balón en la medular y avanzó con decisión hasta la frontal del área para anotar: «Creo que estábamos terceros y ese gol y la victoria nos ayudaban a consolidarnos en la zona de ascenso directo (entonces subían los tres primeros y no había promoción)». El colegiado Ontanaya López anuló un gol de falta directa a Zapater y Gabi mandó un cabezazo al larguero en un partido donde el Zaragoza fue muy superior en la segunda parte.
«El fondo estaba lleno de zaragocistas y al marcar el gol lo pude celebrar ahí, recuerdo que me fui hacia ellos y la sensación fue indescriptible», añade el futbolista, que tras ser felicitado por todos sus compañeros después de esa euforia se señaló el escudo del Zaragoza lanzando la dedicatoria a la grada del equipo zaragocista en El Alcoraz. «Esa semana recuerdo que mi padre me había comentado que había marcado al Huesca en la Copa hacía bastantes años allí», explica el centrocampista del PSG, al que llegó desde el Manchester este verano. Y es que ese encuentro era el primero en más de 33 años, porque el anterior databa de septiembre de 1985, en la primera ronda co
Ander Herrera EXZARAGOCISTA Y JUGADOR DEL PSG «Me sorprendió el ambiente que se generó en contra del Zaragoza, no era recíproco» «Fue una victoria muy importante para nosotros para consolidarnos en la zona de ascenso»
pera. Primero se jugó en El Alcoraz, con un empate a dos goles y doblete de Pedro Herrera, y después el Zaragoza sentenció en La Romareda con un claro 3-0 que puso la primera piedra de aquel título copero conseguido en la final superando al Barcelona con gol de Rubén Sosa.
LA RIVALIDAD Ander, que no solo marcó aquel gol decisivo sino que además fue el mejor jugador zaragocista sobre el césped, evoca el día como uno de los muchos señalados en su brillante carrera, pero también tiene en el recuerdo el ambiente que se vivió en Huesca. «Me sorprendió mucho porque nunca había jugado contra el Huesca ni en categorías inferiores ni nada, porque creo que no las tenían ellos y desde Zaragoza yo siempre había notado ese cariño hacia el Huesca y el respeto. Nos alegrábamos todos cuando lograba ascensos, de Tercera a Segunda B o a Segunda. Y ese día vi que el cariño no era recíproco y me sorprendió el ambiente que se creó en contra del Real Zaragoza. Lo recuerdo desde el calentamiento ese ambiente y me llamó mucho la atención», indica el futbolista.
Ese ambiente de mayor rivalidad que se ha mantenido en los últimos años, porque la SD Huesca y el Real Zaragoza, que solo se habían cruzado hasta entonces con sus actuales denominaciones en el torneo copero, se han visto las caras desde ese momento en cuatro temporadas (08-09, 1516, 16-17, 17-18) y la actual es la quinta campaña en la historia reciente en Segunda en la que ambos equipos miden sus fuerzas. De ellas, la primera pica en El Alcoraz la puso el Zaragoza. Y fue, sin duda, el derbi de Ander.
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