La nueva Comisión
La nueva Comisión Europea presidida por Úrsula von der Leyen tomaba posesión un mes después de lo previsto. Los desafíos sobre la mesa son mayúsculos. No solo está el brexit, todavía sin consumar, pero se consumará. Europa va tomando conciencia de que no puede seguir siendo una enana política. Ni descuidar aspectos como la falta de músculo de sus empresas entre las grandes tecnológicas.
El nuevo ejecutivo comunitario ha introducido cambios en el reparto de las carteras que demuestran su voluntad de dar respuesta a esos retos. La cuestión es si va a disponer de los medios para llevar a cabo esta agenda. A la división entre los estados sobre la concepción del proyecto europeo se suma la polarización en la Eurocámara, que ha obligado a Von der Leyen a cesiones que han erosionado su capital político, particularmente entre populares y liberales.