Aragón lidera el crecimiento de la riqueza pero también sube la pobreza
El PIB creció un 3,8% en el 2018, tras Cantabria
En el mismo año aumentaron el riesgo de pobreza y las carencias materiales
Aragón lideró el año pasado el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) entre las comunidades autónomas con un 3,8%, solo superada por el 4,3% de incremento que experimentó Cantabria. De hecho, el PIB por habitante, de 28.151 euros, se situó en el quinto puesto nacional, solo por detrás de la Comunidad de Madrid (con 35.041 euros), País Vasco (33.223), Navarra (31.389) y Cataluña, con 30.426. Sin embargo, la mejoría de la situación económica no fue tan general como sería deseable, y la desigualdad aumentó.
Así lo reflejan los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que esta semana hizo público el balance anual del PIB, y a lo largo del año actualiza diversos índices para medir la desigualdad.
Así, en el mismo periodo en el que el PIB aumentaba un 3,8%, crecía un 0,9% el riesgo de pobreza entre los aragoneses, en el que estaban un 13,3% en el 2017 y un 14,2% el año pasado. Sigue siendo un nivel bastante inferior al de España (del 21,5%), pero a nivel estatal se redujo una décima.
El INE analiza también las carencias materiales de los ciudadanos, por diversos conceptos. E igualmente, entre los siete que recoge, cuatro de estos indicadores aumentaron, y tres se redujeron. Entre los primeros, el aumento más notable fue el de los aragoneses que no pueden afrontar gastos imprevistos. Casi tres de cada diez (un 28,9%) estaban en esta situación el año pasado, un 10% más que en el 2017, cuando solo lo declaraba un 18,5%.
También aumentaron, ligeramente, los que habían tenido retrasos en el pago de la hipoteca o el alquiler en el último año (del 3% al 3,3%), los que no pueden permitirse tener vehículo propio (del 1,4% al 2,1%) o un ordenador (del 1% al 1,6%).
Por contra, se redujeron los que no pueden permitirse irse de vacaciones una semana al año (del 24,1% al 21,2%), comprar carne, pollo o pescado cada dos días (del 1,3% al 0,5%) o mantener su vivienda a una temperatura adecuada, que se redujeron del 4% al 3,5%.
El empeoramiento es más pronunciado en cuanto a los más desfavorecidos, que en este análisis viene marcado por los que acumulan cuatro o más de estos conceptos. En esta situación estaba el 1,2% de los encuestados, el doble que el 0,5% que se daba en el 2017.
Las oenegés y organizaciones sociales vienen advirtiendo de que la recuperación económica de los últimos ejercicios no se ha reflejado en los sectores con mayor riesgo de exclusión, en los que la situación está «enquistada». Así la definían los responsables del informe Foessa de Cáritas, que hace un par de meses afirmaban que la exclusión social (no exclusivamente por la pobreza) afecta a 217.000 personas en la comunidad, el 17,4% de la población, y a 105.000 de ellas de forma severa.
Además, alertaban de que otros 170.000 aragoneses estaban en situación de fragilidad, en riesgo de caer en exclusión a poco que empeorase la situación económica, con el fenómeno de los trabajadores pobres, que sufren carestía incluso teniendo empleo. ☰