El país de las maravillas

Con el Gobierno progresista de la izquierda y otros que les apoyan nos quieren convencer de que España será el país de las maravillas, el jardín de las delicias, el país donde se atarán los perros con longanizas, el país donde todos comerán a la sopa boba, el país de jauja donde todo es abundancia, prosperidad y riqueza…

Por la mala experiencia que nos dejó el gobierno del PSOE del señor Zapatero podemos decir el dicho popular: «El que ha naufragado tiembla incluso ante las olas tranquilas». Así que tal vez nos suceda a muchos ciudadanos lo que dice un cantar malagueño de Narciso Díaz de Escovar: «Cuando era niño, formaba débil castillo de naipes; hoy, lo formo de ilusiones y más pronto se deshace».

Mucho promete el Gobierno progresista, tal vez sea como el mate de las Morales.

En Argentina había una vieja, de apellido Morales, que tenía tres hijas y deseaba casarlas; pero eran tan pobres que aunque no faltaban novios, porque eran las muchachas hermosas, estos se hacían los sordos y la mamá para entretenerlos, y que no se fueran, les decía: «No se vayan que voy a servirles un mate». El tal mate nunca aparecía.

Y tal vez (uno desea que no suceda) más de uno al ver que el Gobierno progresista no ha cumplido sus promesas, tengan que decir el verso de Amado Nervo: «En suma, deja que se pierda todo: ¡Siempre habrán de quedarnos