Sin vértigo a las alturas
El Casademont sigue sorprendiendo en una primera vuelta en la que está batiendo todos sus récords
Nadie baja de la nube al Casademont Zaragoza. Pasan las jornadas y el equipo aragonés no solo no se desinfla, no solo no paga la juventud de su plantilla, no solo no se agota con la acumulación de partidos, sino que sigue sorprendiendo por su enorme competitividad, por su capacidad de superarse, por su manera de hacer fácil algo tan difícil como ganar casi siempre. Porque el equipo de Fisac sigue siendo el único que le aguanta el ritmo al Barcelona y al Madrid, se ha instalado en lo más alto de la clasificación de la Liga Endesa y no está dispuesto a bajarse de ahí. No tiene vértigo.
Su primera vuelta, a la que aún le quedan tres partidos, está siendo para enmarcar. En Málaga añadió la última muesca a su revólver, del que solo salen tiros certeros. Después de 14 partidos solo ha pegado tres petardazos, solo ha habido tres días en los que no ha sabido cómo superar a su rival: en Murcia, ante el Joventut en casa y en Valencia. El resto, once partidos, han sido once victorias. Con mejor y peor juego. Con más o menos sufrimiento. Dominando, remontando. Siempre mereciéndolo.
No hay estrellas, nadie destaca en ningún ranking estadístico (tan solo San Miguel asoma entre los diez primeros asistentes en séptima posición). Y todos brillan. La defensa –es el segundo que menos puntos recibe, casi empatado con el Madrid– es una de las claves. La otra, el rebote, apartado en el que el Casademont también es de los mejores. Y su capacidad para tapar sus propios defectos. Es uno de los peores de la competición tirando de tres, pero ni falta que le hacen los triples.
La trayectoria es espectacular porque, además, incluye los triunfos ante Real Madrid y Barcelona, algo que el Príncipe Felipe no había visto hasta ahora en una misma temporada. Tampoco había visto nunca a su equipo ganar tanto, tan seguido. El Casademont Zaragoza ya se ha superado a sí mismo. Con tres partidos aún por delante hasta llegar al intermedio de la competición, el equipo aragonés va a completar la mejor primera vuelta de su historia.
Hasta ahora, su mejor registro eran diez victorias en los primeros diecisiete partidos, lo que consiguió en dos ocasiones, en la temporada 2012-13 y en la 201415. Por supuesto, jamás las había conseguido en solo catorce jornadas. A estas alturas su mejor cifra eran ocho triunfos que consiguió, precisamente, en las dos campañas en que llegó a diez en la primera vuelta. El nuevo reto de Porfirio Fisac es alcanzar los doce triunfos, la frontera histórica y virtual en la que se sitúa la salvación, en la primera vuelta.
Sea como sea, será otro récord. Como también puede batir otro este sábado. No lo tendrá nada sencillo porque visitará Zaragoza el Baskonia, pero con este Casademont los conceptos fácil y difícil están totalmente difuminados. Lo imposible, directamente no existe. Si gana al conjunto vitoriano el equipo aragonés establecerá un nuevo hito en su trayectoria porque nunca ha ganado seis partidos consecutivos en la Liga ACB. Ahora lleva cinco, Manresa, Real Madrid, Estudiantes, Fuenlabrada y Málaga.
Una de las consecuencias de tanto éxito, quizá una de las más importantes, es la conexión recuperada con la grada. Aunque Fisac reclame más apoyo, aunque quiera un pabellón más caliente, la realidad es que Zaragoza vuelve a vibrar con su equipo de baloncesto. El Príncipe Felipe vuelve a superar los 10.000 espectadores como en los mejores años de la efervescencia de la LEB y la ilusión por recuperar el sitio perdido. El público se identifica con su equipo, aplaude a sus jugadores, se pone de pie ante una buena defensa. Y así, equipo y grada viven en un estado de felicidad permanente. Al Príncipe Felipe se va a disfrutar. Sin vértigo.
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Hasta ahora su mejor registro eran 10 triunfos en la 2012-13 y en la 2014-15 pero en 17 partidos, no en 14
Ahora acumula cinco triunfos seguidos con los que iguala la mejor racha de siempre en la ACB