Sube el transporte público de Zaragoza
El precio del transporte público de Zaragoza se encarecerá en 2020. Así lo ha decidido el equipo de Gobierno PP-Cs, aduciendo que el incremento de tarifas no se producía desde 2013. La actualización, por tanto, podría ser comprendida en términos de adaptación del precio de los servicios. Pero curiosamente, el billete más utilizado --la tarjeta bus-- pasará de los 74 a los 76 céntimos, un aumento del 2,7%, superior al IPC interanual del transporte. Aduce también el ayuntamiento que se compensará con el abaratamiento del bono mensual, que disminuirá en casi tres euros, pasando de los 42,95 a 40. Como si hubiera una compensación buscando un equilibrio entre fórmulas de abono que utilizan los usuarios. Se pretende que el incremento de costes del servicio no haga que la subvención al transporte público supere el 50%, mientras la otra mitad la pagan los usuarios. El consistorio hace un cómputo global y dice que el aumento de las tarifas se quedará por debajo del 1,68%, que sí esta por debajo del IPC deltransporte. Pero eso es jugar con los números y, de paso, con los usuarios. Porque solo baja la modalidad de pago que utilizan el 5% de los usuarios, mientras sube por encima de lo que defienden PP-Cs la modalidad de pago de la tarjeta bus que usan más de la mitad de los usuarios. Si el servicio necesita incrementos se calculan y se exponen sin tapujos, asumiendo la comprensión de los usuarios --si se da-o el coste político de la medida, si procede. Esa es la fórmula de la transparencia desde los poderes públicos hacia la ciudadanía, lo demás son ganas de embarullar palabras y cifras. Además, cuando se tiene la convicción de que hay que aumentar la recaudación de un servicio público con tarifas en la media nacional, también hay que tener visión de innovación en el sistema y aportar mejoras al servicio en cuanto a frecuencias, líneas o decididas apuestas medioambientales. Eso sí que se consideraría un equilibrio compensatorio a ligeros incrementos.