La Mov trae ‘El Cascanueces’ por Navidad
Estará en el Principal del 2 al 5 de enero con alumnos del Conservatorio de Danza
Desde hace meses, el Conservatorio Profesional de Danza de Zaragoza irradia espíritu navideño. Mientras el piano descansa en una de sus aulas y las zapatillas de baile campan por el suelo, los espejos y las barras de ejercicios esperan a que las bailarinas, ataviadas con trajes y motivos navideños, reanuden un nuevo ensayo de El Cascanueces. La compañía LaMov junto con una treintena de alumnos del Conservatorio Municipal de Danza interpretarán la obra de Tchaikovsky sobre las tablas del Teatro Principal con cinco pases desde el 2 hasta el 5 de enero.
«No hay ninguna ciudad en el mundo entero que no programe en alguno de sus teatros el espectáculo de El Cascanueces, es casi como una especie de tradición, es un clásico dentro de las fiestas de Navidad», explicó durante un descanso el coreógrafo y director del espectáculo, Víctor Jiménez, que se acerca al universo del cuento de Ernest Theodor Hoffmann a través de la música compuesta por el compositor ruso Tchaikovsky.
Jiménez también habló de lo que suponía para la compañía llevar esta función al Principal: «Para nosotros esta es casi como nuestra casa. Este año surgió la posibilidad de que nuestra compañía colaborase con los niños del Conservatorio, y lo primero que nos pasó por la cabeza es que este era el espectáculo perfecto para representar con los niños en estas fechas».
El Cascanueces es un espectáculo que habla de ilusión, de deseos y de amor. Una obra para los amantes de la danza, de la música y de la belleza, que cuenta dos historias de amor de manera paralela. «Quizá no sea el mejor ballet de Tchaikovsky, pero es tradicional y costumbrista, y encarna a la perfección el espíritu de la Navidad, por los juguetes, la fantasía, el amor y el colorido», destacó Víctor Jiménez. En ese universo se relata la historia de un
escritor y su hija tras la muerte de la madre. Paula Rodríguez encarna al personaje de Clara, la protagonista, «una niña que recibe como regalo de Navidad por parte de su tío Drosselmeyer un muñeco de trapo. Por la noche, como por arte de magia, este muñeco se convierte en la figura de un cascanueces, que junto con el resto de sus otros juguetes, cobra vida», explicó la bailarina.
UN DESAFÍO Así, el espectador se introducirá en el País de las Nieves, un mundo mágico donde los sueños se hacen realidad, los juguetes luchan una guerra contra el rey de los ratones y Clara termina bailando con el príncipe Cascanueces. «Para mí interpretar a este personaje es todo un desafío, creo que es un papel muy importante en mi carrera como bailarina. Sí que es cierto que al final la danza es un arte bastante sacrificado (normalmente ensayan más de cinco horas al día), pero para mí esto es mi vida y me quedo con los buenos momentos que me está dando. Sobre todo esto es algo que afronto con mucha ilusión», aclaró.
Uno de los retos principales de este espectáculo es, en palabras de su director, el trabajo con los diez alumnos y las 20 alumnas de entre 8 y 18 años del Conservatorio Municipal de Danza. Entran en acción cuando los juguetes de un escaparate cobran vida e interpretan a juguetes chinos, árabes, españoles y rusos. «Llevamos dos meses trabajando con ellos y está siendo complicado porque todavía son niños y hay que tener un poco más de paciencia en este sentido. De mis bailarines no tengo ningún problema porque estoy seguro de que lo van a hacer muy bien pero con los niños juegas con el riesgo de que se pongan nerviosos porque es la primera vez que salen al escenario. Pero lo importante es que se sientan a gusto y disfruten, a mí me conmueve la pasión que le ponen, las ganas, la implicación», insistió Jiménez.
En este sentido, Paula Rodríguez añadió que «esto ayuda tanto a unos como a otros, a los niños porque les ayuda a crecer como bailarines, y a nosotros porque al final el trabajar con ellos nos da un aire fresco». Un aire que entrará en el Teatro Principal del 2 al 5 de enero para quedarse en Zaragoza. La danza tiene presente y futuro.
Una treintena de alumnos del Conservatorio de Danza participan en el espectáculo