Un despropósito político
negociación entre ERC y el PSOE un factor excéntrico y abusivo.
La Abogacía del Estado debe hacer las alegaciones que técnicamente considere son las adecuadas en derecho teniendo muy en cuenta que sus letrados lo son del Reino de España, según su reglamento regulador del 2003, que les encomienda, entre otras muchas funciones, la representación y defensa del Estado español en la jurisdicción europea y ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo (léase el artículo 1 de dicha normativa). Esta misión comporta que las alegaciones que pueda formular hasta el día 2 de enero ante el Supremo han de guardar y preservar coherencia total con la futura defensa de su sentencia del pasado 14 de octubre ante las instancias internacionales, en las que los abogados del Estado no representan al Gobierno, sino al conjunto de sus poderes (Reino de España). El criterio más generalizado –salvo para los que pretenden conseguir efectos desproporcionados de la sentencia de Luxemburgo– es el que expuso el viernes en el diario El País
Diego López Garrido.
Aun en el supuesto de que la Abogacía del Estado llegue a conclusiones diferentes a las que expone Diego López Garrido –y muchos otros con él– la interpretación del contenido de sus alegaciones quedarán viciada por una lectura politizada, de parte, con el serio riesgo de que la reputación del servicio jurídico que asesora al Estado quede lesionada, y su representación y defensa posteriores en tribunales internacionales sean atacadas por las defensas de los condenados en el proceso penal que concluyó con la sentencia del 14 de octubre. No es extraño así que tanto la Abogacía del Estado como el propio Gobierno en funciones se demoren en el plazo alegatorio para aquilatar bien el escrito, midiendo sus consecuencias y el alcance enorme que podría tener su posicionamiento.
Los republicanos –que también se pronunciaron contra el mensaje del Rey en Nochebuena y contra la persona de
están convirtiendo estas negociaciones en un calvario para el PSOE sin que los socialistas ofrezcan otra repuesta que el silencio que será el que mantiene este fin de año Pedro Sánchez, quebrando la larga tradición de someterse a una rueda de prensa valorativa del ejercicio que se acaba.
El PSOE está bajo la losa de unas condiciones leoninas. Muchos dirigentes en la sede de la madrileña calle Ferraz están desazonados e inquietos. Y advierten de que en estas circunstancias, precipitarse a una investidura sometida a un condicionado abusivo es un augurio del fracaso de la legislatura.
☰
VI– Felipe