La vuelta de Jorge Lorenzo Honda, con la que
El pentacampeón mallorquín podría regresar como el ‘antiMárquez’ al convertirse en el probador de Yamaha al servicio de Valentino Rossi, Maverick Viñales y Fabio Quartararo para desarrollar la M1
tenía contrato para el 2020, podría ver a Jorge correr algún GP con Yamaha
La paradoja
Nadie nadie quiere dar el primer paso para ofrecer la tercera gran noticia del 2020 tras el fichaje de Álex Márquez por el equipo Repsol Honda y el positivo (de momento en el aire) del italiano Andrea Iannone: el fichaje del pentacampeón mallorquín Jorge Lorenzo, excompañero del octocampeón Marc Márquez en la mejor escudería del mundo, como piloto probador de Yamaha.
Nadie quiere ser el primero en informar pero todos dan por seguro que el hombre que derrotó y se enfrentó a cara de perro con Valentino Rossi en Yamaha, está a punto de convertirse en el piloto que ayudará al cuarteto integrado por el ‘Doctor’, Maverick Viñales, Fabio Quartararo y Franco Morbidelli, a poner la nueva M1 a punto para intentar destronar al todopoderoso Márquez.
Lorenzo, que abandonó el Mundial y anunció su retirada «definitiva» en la penúltima semana del Mundial-2019, se fue a Bali con tres amigos y, desde hace ya unas semanas, le está dando vueltas, en su mansión de Lugano (Suiza), a las diversas ofertas que tiene para seguir vinculado al paddock de MotoGP. La mayoría de ellas, como diversas para ser comentarista de alguna de las grandes televisiones que cuentan con los derechos del Mundial, le permitiría seguir apartado del asfalto, que tantos disgustos y lesiones le ha producido en este 2019 que se despide.
Pero, de pronto, alguien, en Yamaha, pensó en el pentacampeón mallorquín para ofrecerle, después de que Johann Zarco fichase por Ducati en el equipo satélite Avintia para seguir corriendo en MotoGP, la posición de piloto probador en el equipo que Rossi ha pedido que se monte para desarrollar la nueva M1. En ese equipo, que tendrá como técnico al veterano Silvano Galbusera, del que se desprendió Vale a finales de la presente temporada, Lorenzo jugaría un papel fundamental dados sus grandes éxitos con esa moto.
Cuando Rossi se enteró, en el test desarrollado en Valencia, que Jorge Lorenzo podría ser el probador de Yamaha en un futuro inmediato, se llevó una gran alegría y dijo dos cosas muy importantes. Una, «si Yamaha está pensando en Jorge, es un gran acierto». Y, dos, «me temo que ese fichaje será difícil pues a Jorge le gusta mucho el dinero». Lo que sí parece ser es que todos, todos, dan ya por hecho el fichaje del piloto balear como el auténtico hacedor del milagro Yamaha, como el verdadero ‘antiMáquez’ desde fuera, después de no haber podido derrotar (ni inquietar) al campeonísimo nacido en Cervera con su misma moto.
Se da la circunstancia que, para retirarse, Lorenzo tuvo que llegar a un acuerdo con Honda, con quien tenía contrato para el 2020 y ahora, ya libre, podría convertirse, no solo en el piloto que ayude a Yamaha a complicarle la vida a Márquez sino, incluso, en un director rival en algunos de los grandes premios del 2020 pues, como piloto probador de Yamaha, el mallorquín podría enfrentarse al campeón catalán como piloto invitado, especialmente, en los cuatro grandes premios que se desarrollarán en suelo español en el 2020.
Todo parece indicar que el aviso lanzado por el propio Lorenzo a través de Servus TV, la televisión de Red Bull, cuando dijo «pronto volveréis a verme por el paddock de MotoGP», no era, no, para dar a entender que sería jefe de equipo, asesor de algún piloto o, simplemente, comentarista de una TV. No, no, estaba hablando de ser probador.
Por si faltaba algo, hace un par de días, Lorenzo bromeó sobre su futuro al colgar en su twitter estas dos fotos, subido y simulando correr sobre un caballito de madera que hay en el parque Parco Ciani, de Lugano, la ciudad suiza cercana a Italia donde reside. El texto de la misiva, del mensaje a sus fans era: «Probando mi nueva moto para 2020. Debemos centrarnos en la potencia, pero en cuanto a estabilidad en las curvas vamos sobrados...».
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