‘Monster chef’
La vida es el tiempo en movimiento. De ahí que los días de descanso se perciban con ansiedad por muchas personas. Nos cuesta cambiar de velocidad vital porque nos hemos acomodado a que nos lleven. Y como el tiempo es relativo, solo nos damos cuenta del nuestro cuando se para o acelera el de los demás. No sé disfrutar, algo no estoy haciendo bien o no me he esforzado lo suficiente, necesito ayuda. Son frases que se repiten en las consultas de psicología.
La superación de una crisis tiene que ver mucho con el tiempo. Al igual que el aire necesita ponerse en movimiento para limpiar la contaminación de las ciudades, gracias al viento, a nuestro comportamiento le sucede lo mismo. Nuestro cerebro camina en bicicleta, de forma que si se para se cae. Necesita moverse, necesita vida. Cuando se frena, llega primero la dejadez, luego aparece la apatía que da paso a la abulia y, finalmente, se instala la derrota en forma de depresión. De ahí que el establecimiento de nuevos propósitos tenga mucho que ver con sortear los jalones del tiempo. Sirven como catalizadores, reales o figurados, de nuestra actividad mental. Los fijamos para el nuevo año, el nuevo curso o una nueva forma de vida. El problema es que los propósitos rara vez se cumplen. Para cumplirlos debemos convertirlos en metas. Estas deben ser realistas, concretas y mensurables. Así que voy a sustituir mi actual tentempié por una pieza de fruta en el trabajo, me voy a pesar todos los días al salir de la ducha y mi objetivo inicial es perder un kilo en enero. Si a pesar del roscón de San Valero somos conscientes de nuestro éxito, quiere decir que estamos preparados para sucesivas metas consecutivas. La mejor determinación para 2020 podría ser convertir sus propósitos en objetivos. Su cerebro se lo agradecerá
EL GOBIERNO DE
Aragón se marcó el propósito de comenzar el nuevo año con los presupuestos aprobados. Y para ello se fijó unas metas y unos plazos. Mañana serán aprobados por nuestro parlamento. Todo un éxito de un Ejecutivo que vuelve a demostrar que su complejidad no está reñida con la efectividad de su funcionamiento. Lo que ya se conoce como Teorema de Javi Potter: el incremento proporcional en la composición política de un gobierno da como resultado una facilitación exponencial en el acuerdo de sus componentes. O como más coloquialmente señala el refranero aragonés: Lambán para hoy, pan para mañana. De esta guisa, en el Pignatelli han ideado una forma sutil de lanzar una indirecta a la Moncloa, en vista de que las contracciones para formar gobierno producen más dilaciones que dilataciones. Con la excusa de participar en el foro gastronómico Madrid Fusión le han hecho llegar a Pedro Sánchez un mensaje en forma de lema, «comparte el secreto». A lo que este ha respondido con otro presente, remitiéndole a Lambán la película Díaz de vino y rosas, en alta indefinición de 8KK. La presencia de Aragón en este Congreso Mundial de la Gastronomía va a contar también con diversas aportaciones autóctonas. Destacan platos como la «deconstrucción de centro a la naranja», del afamado ciudadano Dani Pérez.
El popular Luis Beamonte ha preparado de postre un «Sor Vete de Tipocegato». Santiago Morón ha sorprendido con unas «migas de menas con sevox». En IU han concursado con un caldo «Albariño», que exprime el estilo gallego para hacerse valer, de forma que no se sepa hasta el final que se subirá al presupuesto. Arturo Aliaga ha preparado un típico asado aragonés, muy propio de estas fechas, se trata de un rous lan, wiz poteitos al estilo del Príncipe
Gitano. Escartín ha sorprendido con unos «Nachos ecológicos con nueces del Ebro», de cosecha propia. Y Pepe Soro ha presentado una original montaña de chocolate, tunelada, denominada «Canfranc a La France». Como ven, estos monstruos de la política aragonesa, auténticos monster chef, tienen un futuro prometedor en la alta cocina institucional.
En la política española todo está mas quieto, o inquieto según se mire. Se mantiene el boicot de las fuerzas que temen que un gobierno de progreso se instaure y funcione en el país. Aquí tenemos a un nuevo dúo tragicómico. Me refiero a Ortega y Fulgencio, los nuevos Tip y Coll. Solo que esta vez no tiene nada de gracia que el que fuera alto jefe militar del Ejército, y ahora portavoz de la ultraderecha en el Ayuntamiento de Palma, don Fulgencio, demande un buen golpe para evitar que Sánchez sea investido presidente. Y es que propósitos tienen, pero de enmienda ninguno.
ASÍ QUE ENTRE
amenazas, declaraciones, editoriales apocalípticos, sentencias y contra sentencias, tenemos animado el cotarro. Como ven se trata de impedir, por lo civil o lo guardia civil, un gobierno progresista en España. Lamento amargar el fin de año a tanto irresponsable. Puede que el nuevo gobierno no llegue a estar constituido en este decenio. Pero sí lo estará en la actual década.
No tiene nada de
gracia que un exalto cargo del Ejército demande un buen golpe para evitar que Sánchez sea investido