Cuatro días
turrón y los kilos de más. Cuatro días de permiso se le han concedido al marido de la infanta Cristina por buen comportamiento y por el tiempo que ha cumplido de condena en la cárcel. Creo que había pedido siete días, el máximo de días seguidos que puede pedir hasta 36 días anuales. Contra el vicio de pedir, la virtud de no dar.
Con esos cuatro días de permiso no cubre toda la Navidad a no ser que pida otro permiso y se lo concedan.
Entre dos y cuatro kilos calculan los estudiosos del asunto que engordaremos estas navidades por el exceso de comida que ingerimos, sobre todo grasas y dulces. Me imagino que pasar la Navidad en una cárcel de mujeres, siendo el único hombre allí encerrado, debe ser muy triste y aburrido, solo en la celda o en el comedor, sin contacto humano alguno a no ser el de algún funcionario presente por obligación, no por gusto.
No faltan las recomendaciones de nutricionistas para que no abusemos de alimentos inconvenientes, además de hacer ejercicio físico.
Sin embargo, cuando se come en familia en estas fechas se olvida uno de los consejos saludables y ataca lo que se pone en la mesa, lo contrario sería hacer un feo a quien prepara el banquete, ya sea en casa propia o en casa ajena. ¿Se puede mantener una dieta sana y equilibrada comiendo el menú de la cárcel por Navidad?
Parece que en las cárceles españolas se come mejor que en muchos hogares españoles. Lo cierto es que pocos cambiarían una sencilla comida en su casa por una comida mejor en una cárcel, y eso que a los presos los ha de cuidar todo un Estado mientras que los ciudadanos libres se han de cuidar ellos según lo que permitan sus economías.
No será el caso de Urdangarín, que sin duda comerá mucho mejor en su casa que en la cárcel de Brieva.
Se publicó en la prensa el año pasado que en Nochebuena comió de entrante, lo que se dice para hacer boca, cuatro langostinos (no se sabe si chupó las cabezas, práctica sobre la que Sanidad ha recomendado privarse por culpa del cadmio que contienen), tres lonchas de lomo embuchado, otras tres de chorizo ibérico y una cuña de queso. Luego, consomé de Jerez, paletilla de cordero con una ensalada de escarola, sidra, dulces navideños y una mousse.
El día de Navidad, de desayuno un chocolate con churros, pan, mantequilla y mermelada. Para comer, verduras rebozadas acompañadas de rollitos de primavera, un entrecot con ensalada, dulces y fruta.