Un discurso demasiado conciliador
Felipe VI tenía una difícil papeleta este año para dirigirse a los españoles con un discurso conciliador, y en medio de tantas controversias ha sabido sortear la dificultades enviando algunos mensajes, demasiados benévolos, hacia una clase política que no ha sabido estar a la altura de las circunstancias
Ahora les toca a los políticos demostrar que se les ha elegido para algo más que para vivir del cuento y que están verdaderamente interesados en resolver los problemas que nos afectan a todos, en mayor o menor medida.
El Rey ha evitado mencionar la ineptitud de nuestros dirigentes para desbloquear la situación política en la que nos encontramos y ha orientado sus palabras hacia el cambio climático, la revolución digital y el fortalecimiento de la sociedad frente al deterioro de las instituciones. No le ha faltado una alusión a Cataluña, reconociendo la diversidad territorial respetando la Constitución.
Un discurso, en definitiva, demasiado conciliador, para un momento político que quizás necesitaba un mayor toque de atención y de autoridad a unos políticos que solo parecen obedecer a intereses de partido y que están llevando a la sociedad a un callejón con pocas salidas.