Ejemplifica el cambio que se avecina, que precisará más formación, visión de futuro y talento
El desembarco de Amazon
el primer vehículo eléctrico fabricado en serie en España. El lanzamiento del nuevo Corsa es, sin duda, otro de los hitos que marcarán un antes y un después en la economía regional. Porque la electrificación y la movilidad transformarán el escenario de la próxima década por completo. Y la capacidad de Aragón para encarar este reto será determinante para posicionarse en el sector del automóvil. Figueruelas, por tanto, deberá adaptarse a la fusión de PSA y Fiat, a la nueva norma de emisiones y a la electromovilidad si quiere seguir a la vanguardia del sector en Europa.
También muy ligada al medioambiente está la irrupción de las renovables. Aragón ha sumado en el 2019 unos 1.500 megawatios de energía verde, lo que convierte a este sector uno de los ejes de la economía aragonesa y en una de las grandes esperanzas para las comarcas mineras, que quedarán huérfanas tras el cierre de la térmica de Andorra el próximo mes de junio. La transición energética comenzará a tomar forma en el 2020 con la incógnita de saber si los proyectos que tomen el relevo a la central turolense compensan o no la pérdida inevitable de empleo.
Otra de las esperanzas para el territorio es la consolidación del sector agroalimentario que, de la mano de proyectos como BonÁrea (Épila), Pini (Binéfar) o Grupo Jorge (Zuera) pueden dar un impulso a la vertebración del territorio. Eso y la eclosión de la logística como uno de los nichos de mercado que más crecen en los últimos años, como lo demuestra la evolucion de las plataformas logísticas de Zaragoza, Fraga, Huesca y Teruel, que volverán a recibir nuevas inversiones.
Otra prueba de ello es la buena marcha de la carga de mercancías en el aeropuerto de Zaragoza y el incremento del negocio de las empresas de transportes aragonesas, líderes a nivel nacional.
Por lo pronto, Aragón cerrará este año con un crecimiento inferior al 2% por primera vez en los cuatro años, según todos los pronósticos, mientras que la tasa de paro ronda el 10%. Todo ello a la espera de comprobar cómo evoluciona la economía mundial y europea, y qué efectos puede tener en la comunidad el brexit, la guerra comercial entre Estados Unidos y China y, principalmente, el nuevo Gobierno de España.
Sin duda, la derogación de la reforma laboral y los cambios en la política fiscal anunciados por PSOE y Podemos tendrán su repercusión en el mercado laboral y en las empresas de Aragón.
Sea como fuere, la comunidad deberá marcar un rumbo fijo y adaptarse a los cambios, que serán muchos. Porque, como dijo Víctor Hugo, «el futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad».
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La energía verde
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