Los premios a Polanski desatan la ira en la gala del cine francés
Todas las señales estaban en rojo y por eso nadie esperaba que la ceremonia de la 45ª edición de los premios César fuera una balsa de aceite. Horas antes de la gala, a las puertas de la sala Pleyel, cientos de mujeres protestaban contra las 12 nominaciones de J’accuse (El oficial y el espía en España), la última película de Roman Polanski. El realizador francopolaco de 86 años suma una lista de 11 mujeres que dicen haber sido víctimas de abusos por su parte.
Por eso, cuando la Academia del Cine francés convirtió el filme de Polanski en el favorito de los César desató la ira de las asociaciones feministas.
La actriz Adèle Haenel y otras mujeres abandonaron la gala indignadas