Un «museo vivo» de las parroquias
Los fondos que configuran el discurso expositivo del Alma Mater Museum proceden del Palacio Arzobispal, el Real Seminario de San Carlos, el Gobierno de Aragón y, muchas de las obras han sido cedidas por las parroquias de la diócesis de Zaragoza, desde Alfajarín a Cariñena, Daroca, Remolinos y hasta 30 localidades, así como las parroquias de la capital. «Es un museo vivo», apunta Sergio Blanco, «pues con las parroquias tenemos firmado un convenio por el cual nos ceden las obras, pero si quieren utilizarlas pueden reclamarlas y luego vuelven aquí. Por ejemplo, si nos piden la Virgen de Zaragoza la Vieja para el día de su fiesta, ellos pueden llevársela y depués las vuelven a traer porque aquí las cuidamos»