Vivir con prisas
Nuestro día a día se ha convertido en una carrera de fondo. Todo el mundo va corriendo de un lado para otro: al trabajo, a la universidad, a llevar y a recoger a los niños al colegio, a comprar. Llegamos exhaustos a casa, sin que nos quede tiempo ni ganas para hacer lo que más nos gusta. Lo único que queremos es descansar. ¿Y si nos detenemos, por un momento, a mirar a nuestro alrededor, a reflexionar sobre nuestra vida y sobre la sociedad en la que vivimos?