Juan
Bolea
Andan aún muchos historiadores españoles a la búsqueda de España. No la encuentran (algunos no encontrarían ni su propia cartera). No la descubren en que escribió una Historia de España, ni en los reyes godos, ni en los hispanos del siglo II, ni en y tampoco en en ni en el III, ni en el IV. Tampoco en los tercios españoles, en los conquistadores españoles, en las órdenes españolas, en
ni siquiera en las Cortes de Cádiz, siéndoles dudoso si y fueron españoles o miembros de alguna de sus naciones... ¿No sería, oiga,
quien finalmente constituyó la nación española?
Para sacarles de tantas y tan terribles dudas, el llamado «pintor de batallas», ha editado Imperio (Espasa).
En sus páginas, ilustradas por el pincel de este artista de lienzos históricos, desfilan todos nuestros supuestos y heroicos ancestros, sin faltar uno.
El «pintor de batallas» reivindica la his
X, Isabel Fernando; Carlos I, Felipe II, Quevedo, Galdós Adolfo Suárez Lope, Calderón, Goya, Larra Augusto Ferrer-Dalmau, Alfonso
toria de su España, centrándose en aquel imperio español que alcanzaría su máxima dimensión entre 1580--1640 con la incorporación de Portugal y sus dominios a la Corona española. Un territorio que a finales del XVIII llegaría a extenderse en 20 millones de kilómetros cuadrados, «siendo el primer imperio global de la historia en el que un único monarca abarcaba posesiones no comunicadas por tierra en todos los continentes».
El lápiz y el pincel de Ferrer--Dalmau van inmortalizando a una galería de personajes históricos forjadores de la enseña nacional: el héroe mítico de Covadonga; el héroe de México; el héroe de la batalla de Pavía; el llamado «Sansón de Extremadura», guardia personal del papa y coronel con el Gran Capitán,
quien asimismo ocupa destacadas páginas en Imperio; o el comandante último militar español en abandonar Gibraltar durante la guerra de Sucesión, en 1704...
Otra y parcial visión, en fin, de una historia de España indubitable y eterna frente a esas ilusorias nación de naciones o corona catalano aragonesa
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Pelayo,
Hernán Cortés, Alonso Pita da Veiga, García de Paredes, de Córdoba, Alejandro VI Fernando Fernández Diego de Salinas,
Desde los hispanos a la actualidad, nuestro devenir sería ejemplo de unidad