El Periódico Aragón

El Ministerio de Igualdad prohíbe el mal

- DANIEL GASCÓN

Las relaciones sin consentimi­ento eran delito

Uno de los rasgos del populismo es convertir las leyendas urbanas en el centro del debate y diseñar las políticas públicas a partir de ellas. La conspiraci­ón sustituye a la complejida­d; la anécdota a los datos; el escepticis­mo frente a los medios tradiciona­les se combina con la credulidad ante lo que digan quienes no son ellos.

Todos los grupos usan partes del estilo populista, pero en algunos esta caracterís­tica es más nuclear. Los votantes de Vox hablan de inmigrante­s que reciben ayudas en cuanto llegan; los dirigentes insinúan privilegio­s y estigmatiz­an grupos. Líderes de UP hablan de comisarías donde se pregunta a quien denuncia una violación si llevaba migan nifalda.

Estos días se ha presentado el anteproyec­to de ley orgánica sobre la libertad sexual. El Ministerio de Igualdad decía que se había aprobado una ley, lo que no es su función, pero ya sabemos que una de las actividade­s principale­s del Gobierno es la emisión de noticias falsas. Era algo histórico, y a la vez debía redactarse muy rápido para llegar al 8-M. La chapuza del anteproyec­to –los errores formales, reiteracio­nes, solapamien­to competenci­al o discordanc­ias con el Convenio de Estambul que han señalado expertos y otros ministerio­s en manos del PSOE– muestra de nuevo lo que es UP: mentalidad totalitari­a atenuada por la incompeten­cia. La polémica ha creado tensión en el Gobierno y generado el fenómeno infrecuent­e de colocar a Carmen Calvo en el lado sensato de una discusión.

El Ministerio de Igualdad presumía. Las mujeres no perderán sus derechos en callejones oscuros, tuiteó: una combinació­n de imaginario de telefilme, ignorancia legal y propaganda. Pablo Iglesias ha dicho que quienes criticaron lo que presentó su mujer son unos machistas: que se lo digan a él a la cara. Es curioso que el organismo responsabl­e de la salud repesque el esloborrac­ha y sola, quiero llegar a casa: Ferran Caballero ha desactivad­o

ya el lema como una confesión de impotencia: libertad y seguridad, pero sin que suene de derechas, y por si acaso sin one night stand, que luego todo se complica. Al leerlo parece que solo las mujeres son víctimas y que son básicament­e sujetos pasivos; deseadas y no deseantes. La ley anterior tenía aspectos mejorables, como han señalado numerosos expertos. Pero lo que se reivindica como novedad o corrección no lo es: hay un cambio léxico, pero en la normativa anterior las relaciones sin consentimi­ento ya eran delito y el parentesco ya era un agravante. El sí es sí, como ha señalado Tsevan Rabtan, solo puede ser dos cosas: o un timo más, palabrería que no cambia la regulación actual, o la alteración de principios legales básicos -la carga de la prueba, la presunción de inocenciae­n un solo tipo de delito. @gascondani­el

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain