El Periódico Aragón

Una fiesta en tres actos

Unas 100.000 personas, según la organizaci­ón, se pasaron ayer por el parque del Tío Jorge para celebrar la Cincomarza­da Hubo reivindica­ción, comida, bebida, baile y mucha música country

- IVÁN TRIGO itrigo@aragon.elperiodic­o,com ZARAGOZA

Pronto por la mañana las barras ya estaban montadas. La cerveza y los refrescos estaban enfriando y la panceta comenzaba a chispear en algunas planchas. La temperatur­a era muy agradable, y gente había, pero se podía caminar sin tener que esquivar a nadie. El sol aparecía por minutos, y por minutos se iba. La Cincomarza­da ayer fue como una función teatral organizada en tres actos, con escenarios diferencia­dos y con protagonis­tas muy distantes. Unas 100.000 personas, 30.000 menos que el año pasado, fueron las asistentes a la obra.

Acto primero. La mañana. La selección musical no era homogénea. De pronto A quien le importa, de Alaska. Después una cumbia. Después trap. Éxitos de ayer y de hoy para contentar a todo el mundo. Los que estaban por el parque del Tío Jorge desde antes del mediodía estaban organizand­o más que disfrutand­o, con las miras puestas en pasarlo bien pero también en que sus posturas quedasen claras. «Esta es una fiesta multicultu­ral, y cada vez más. Hay que disfrutar todos con todos», explicaba una mujer.

Frente al centro cívico del Tío Jorge los payasos Kini, Serrucho

La música y Jano ofrecían un espectácul­o a los más pequeños. En la azotea del centro cívico, la banda de la Asociación Musical del Picarral, rodeada de gente, hacía sonar sus instrument­os. Las dos últimas canciones fueron El chacachá del tren y el himno del Real Zaragoza. Con la primera, una veintena de mujeres se levantaron y organizaro­n una improvisad­a conga. Y con la segunda, los vítores sonaban al compás de las palmas.

«¡Otra, otra!», gritaban cuatro amigas desde sus asientos cuando acabó el concierto. «Queremos un bis pero no nos hacen caso», asumía en voz alta una de ellas. Llevan viniendo desde que eran pequeñas, pero no recuerdan cuantos años. 41 hace desde que se celebró la Cincomarza­da por primera vez. «Uh, entonces la primera vez que vine no era tan joven ya», reía otra.

Segundo acto. La llegada. Conforme el público desalojaba la azotea, llegaba al Tío Jorge la traque dicional marcha de los barrios. Portaban sus reivindica­ciones en carteles redondos, los mismos con los que protestaro­n frente al ayuntamien­to mientras se votaban los presupuest­os en enero del Gobierno de PP-Cs. Cada pancarta, un barrio y una petición. A los marchantes les acompañaba­n una treintena de cabezudo.

Una vez en el escenario, Manuel Arnal, presidente de la Federación de Asociacion­es de Barrios de Zaragoza (FABZ), tomó la palabra para leer el manifiesto. Antes avisó de que ningún representa­nte del Gobierno de la ciudad recogería sus demandas, algo que no había ocurrido «nunca en 41 años». La ausencia se debió a la presencia de los jardineros, que avisaron de que si la vicealcald­esa, Sara Fernández, subía al escenario, reventaría­n el acto.

No hizo falta que subiese para que al final los huelguista­s cobraran un protagonis­mo, puesto que la de Ciudadanos fue increpada de todas maneras. No gustó el gesto de los trabajador­es de Parques y Jardines a la FABZ, ya que enturbió un acto en el que también homenajear­on a tres representa­ntes de las diferentes asociacion­es de la federación.

En la lectura del manifiesto, Arnal pidió al Gobierno de PP y Cs «un esfuerzo extra para evitar se creen más zonas de exclusión» en la ciudad. El presidente de la FABZ hizo mención también de la situación de la vivienda en la ciudad y pidió leyes para evitar el incremento «abusivo» de los alquileres.

Tras el manifiesto, la Comisión de la mujer de la FABZ subió al escenario en un acto que sirvió como previa de la manifestac­ión que tendrá lugar el domingo por el Día Internacio­nal de la Mujer. «En tiempos en los que se burla el feminismo, nosotras nos seguimos reivindica­ndo para disfrutar en común», gritó la oradora. Antes de acabar, presentó el siguiente acto: un espectácul­o de música country. Country, feminismo, reivindica­ción vecinal y un escrache en media hora. Los asistentes estaban ante el punto álgido de la función.

Tercer acto. Peñistas y entidades. En dos calles bien diferencia­das se dividía el parque del Tío Jorge. Una de ellas era la de las peñas y otra la de las asociacion­es y organizaci­ones. En este pasadizo rodeado de puestos, las diferentes entidades trataban de colocar sus mensajes y vender merchandis­ing para financiar su actividad. Stop

Desahucios ofrecía diademas a voz en grito pero sin perder «el buen rollo».

En otras carpas: Purna, CNT, Podemos, Izquierda Unida, diferentes partidos comunistas, ZeC, CHA... Nadie por allí se explicaba cómo el alcalde Jorge Azcón no había hecho acto de presencia. Ajenos a todo estaban las peñas. Cada una con su barra pero todas con un denominado­r común: comida y bebida a raudales. El ambiente era el de siempre, el de todos los años, aunque a eso de las 13.00 horas el cielo amagó con amargar la fiesta. Fueron solo 10 minutos de lluvia que poblaron las carpas y los bajos de los cipreses del parque.

La fiesta se despidió con una batukada, pero a todos se les quedaría en la memoria el country, las denuncias de la FABZ, los gritos de los jardineros y el dolor de cabeza al día siguiente.

Escena extra. Barrio del Oliver. En el parque de este barrio zaragozano también se celebró, como es tradición, la Cincomarza­da. No fueron 100.000, fueron 30 para comer. Por la lluvia, se recogieron pronto, pero antes los vecinos pudieron disfrutar al ritmo de la charanga primero y con los toques de la cofradía de la parroquia del barrio después. Redoble final.

Homenaje deslucido

La lluvia amagó con estropear la jornada pero la tormenta solo duró diez minutos

 ?? JAIME GALINDO ?? Diferentes organizaci­ones políticas estuvieron presentes.
JAIME GALINDO Diferentes organizaci­ones políticas estuvieron presentes.
 ??  ?? El country ocupó el escenario principal.
El country ocupó el escenario principal.
 ??  ?? El rancho, plato tradiciona­l de la Cincomarza­da.
El rancho, plato tradiciona­l de la Cincomarza­da.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain