Qué deterioro, qué pena
No se puede expresar mejor con menos palabras que Ramón Espinar, lo que muchos hemos pensado y sentido tras el múltiple mazazo de Iglesias a los principios fundamentales de Podemos, sin esperar siquiera a los cien días de Gobierno o el inminente congreso del partido.
Después de denunciar durante años a Rajoy con un «se busca timador en serie», ahora he tenido que sustituir su foto, cono mayor indignación aún, por la de Iglesias, porque a este corrupto sí le vote y le defendí en los medios y en la calle.
Habrá que comenzar de nuevo de cero si, como parece ya evidente, los podemitas restantes se muestran definitivamente impotentes en Vistalegre III para refundar el partido.