La OPEP no convence a Rusia ni a países productores para recortar el petróleo

La Organización de Países ▶▶

Productores de Petróleo (OPEP) no logró ayer convencer a Rusia y a otros países productores no incluidos en la asociación para recortar el bombeo de crudo en 1,5 millones de barriles al día. La medida, impulsada por Arabia Saudí, buscaba evitar la caída del precio que provoca la reducción de la demanda global como consecuencia de la crisis del coronavirus.

Rusia y Kazajistán mantuvieron ▶▶ hasta el final su oposición al plan, con lo que a partir del 1 de abril no habrá más restricciones sobre la producción del bloque ampliado (OPEP+). Los precios del crudo cayeron con fuerza tras conocerse la noticia, con descensos superiores al 8%.

Con todo, el ministro de Petróleo iraní, Bijan Namdar Zanganeh,

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consideró «necesaria» una nueva reunión entre los productores «para decidir por qué en esta situación el mercado necesita una decisión de recorte». A falta de acuerdo, las partes han decidido mantener un nuevo encuentro para monitorear la situación.

La OPEP y sus aliados, con ▶▶

Rusia a la cabeza, pactaron un recorte de 1,7 millones de barriles en diciembre del 2018, que ampliaron el año pasado hasta finales de este mes de marzo. Irán está exento del mismo por el embargo de Estados Unidos.

Para Rusia, el segundo productor ▶▶ del mundo, por detrás de Estados Unidos y antes de Arabia Saudí y Riad, los ingresos del petróleo son esenciales, y los recortes en la producción traerían recortes en sus economías. ducción. A falta de conocer la extensión real que alcanzará el coronavirus, su efecto en la economía es todavía una incógnita. El Banco Asiático de Desarrollo estimó ayer que tendrá un «impacto significativo» en la actividad mundial y que las pérdidas oscilarán entre el 0,1% y el 0,4% del PIB (entre 68.000 y 306.000 millones de euros). «Casi el 30% de la economía mundial está ahora directamente afectada».

Para este experto, el virus tendrá un gran impacto en el crecimiento global del primer semestre, que «posiblemente incluso caiga por debajo del 0%», pero las economías se recuperarán «una vez se desvanezca la incertidumbre». El problema es que la falta de visibilidad es enorme. El índice IESE de incertidumbre económica aumentó 33 puntos en febrero, hasta los 101 puntos en una escala de 0 a 200, un nivel que no alcanzaba desde el referéndum del brexit en el 2016. Los analistas confían en que las medidas económicas que tomen las autoridades, con todo, sirvan para suavizar el golpe.

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