La labor más ejemplar
El colectivo de guardas de refugios del Pirineo aragonés recibió el galardón Félix de Azara
Los amigos conocen al ejeano José Ángel Sánchez como Caloyo. Este mote viene de los terneros recién nacidos de las Cinco Villas. «Hace años era pastor de ovejas y mi padre nos dio a los amigos un caloyo para que nos lo comiéramos en una sartén. Con ese mote me he quedado y ahora hasta a mi hijo le llaman Caloyín», explica Sánchez, que hace 22 años es uno de los guardas de la Casa de Piedra en Panticosa y de Bachimaña, junto a Segis, Nano y Marian.
Caloyo fue uno de los 40 guardas galardonados hace una semana en los prestigiosos Premios Félix de Azara de la Diputación de Huesca. La institución los otorgó a «este colectivo comprometido con el entorno natural y el desarrollo sostenible de la montaña. Convierten las montañas de Huesca en un referente de calidad para el ejercicio del montañismo», aseguraba la institución oscense.
Sánchez explica que «se agradece un montón este premio. Es el más importante de la Diputación de Huesca. Y la dotación del premio fue donada para el GREIM de la Guardia Civil». El ejeano afirma que «vivimos en la montaña y somos guardianes avezados de todo lo que pasa allí, desde accidentes de animales a furtivismo, y queremos que haya cero residuos en la montaña». La gente ya está más concienciada de dejar el monte limpio. «Metepatas hay en todos los sitios, pero la cultura de no dejar residuos está bastante avanzada aquí y en los Alpes. Sin embargo, hay muchas aberraciones en el Himalaya o los Andes», dice.
Góriz es el refugio más antiguo del Pirineo aragonés. «El premio significa un reconocimiento a la labor que hacemos fuera de lo que es la hostelería. Los Félix de Azara son específicos de medio ambiente y, estando donde estamos, hacemos nuestra pequeña contribución a la conservación del medio ambiente. Pero también realizamos labores informativas al cliente, educativas y de apoyo a todos los agentes que están en el entorno y estudios científicos», dice Luis Muñoz, uno de los guardas de Góriz junto a Joan María Vendrell, Iván Urbieta y Borja Fernández.
Pero también se amplía su labor a otros ámbitos como el servicio público. «Es la seguridad en
Invierno
En Bachimana la montaña y la prevención. Toda la información que recopilamos aquí diariamente de cómo está el monte y la metereología, la divulgamos por diferentes cacamos nales», explica Luis Muñoz. Varios son los requisitos para ser un buen guarda de un refugio de montaña. «Hay que ser sociable. Las nueva generaciones bushuir del estereotipo de guarda malhumorado, intentamos trabajar menos tiempo en el refugio entre los que lo llevamos y así no se agria el carácter. Pero lo fundamental es la vocación de servicio y saber que estás para ayudar a la gente. Esto es un trabajo hostelero y aquí se da alojamiento, comida y bebida», indica.
En un refugio de altura «hay que tener los conocimientos en montaña para estar en cualquier momento del año». Además, hay que saber un poco de todo. «Hay que ser un poco MacGyver para llevar un refugio. Te tienes que apañar con todo y cada vez hay más tecnología. Los canales de comunicación se incrementan y tenemos ordenadores en los refugios. Somos autónomos, pequeños empresarios que hacen de todo».
☰
en Aragón