La Romareda, una oportunidad de futuro
Zaragoza capital se está haciendo grande, demasiado grande. Por el contrario, la provincia pertenece a esa España vaciada que precisa de urgentes medidas políticas y económicas que eviten que la capital siga siendo Zaragón, y la provincia, como las otras dos provincias hermanas de Huesca y Teruel, vean cómo sienten un agravio que día a día las van vaciando de población y de oportunidades de desarrollo. Siempre he denunciado las injusticias políticas hacia la España interior, hacia la España rural. Por ello siempre he defendido el Corredor ferroviario internacional por el Pirineo central.
España tiene una oportunidad única de hacer justicia y lograr un reequilibrio económico y demográfico. Oportunidad que parece que va a dejar pasar sin que nadie se inmute. Este Corredor podría ser parte de la solución para esta España vaciada. Pero ahora me voy a referir sólo a la solución económica y demográfica de parte de la provincia de Zaragoza. Acabar con el crecimiento de Zaragón se ha hecho muy grande y está perjudicando al desarrollo del resto de Aragón. Es preciso acabar con este desmesurado crecimiento de la capital aragonesa. La explosión de la burbuja inmobiliaria que tan grave crisis económica produjo dejó a una ciudad con grandes heridas en el extrarradio, especialmente en los terrenos que hay entre Valdespartera, Arcosur y Montecanal. Por otra parte, se está hablando de la necesidad de reformar el campo de la Romareda. ¿Y por qué no hacer un nuevo campo de fútbol en estos terrenos que sirva para hacer realidad este sueño del zaragocismo, al mismo tiempo que se da un aldabonazo para que se dé por concluida la expansión de la ciudad por este gran agujero urbanístico que padece Zaragoza?
Cerrando el desarrollo urbanístico en este sector zaragozano, casi se podría dar por cerrado el desarrollo urbanístico y demográfico de Zaragón, con el objetivo de facilitar el desarrollo de unos corredores con mejores comunicaciones por carretera y por vía férrea, como pueden ser los corredores del Huerva con inicio en Cariñena, el del Jalón desde La Almunia de Doña Godina o Calatayud, el del Gallego iniciando desde Huesca, el de la Ribera alta desde Tudela, y el de la Ribera
Baja desde Caspe, todos hasta Zaragoza. Se trataría de crear una corporación metropolitana que dé vida a todos sus pueblos dotándoles de buenas comunicaciones, buenos servicios y mayores y mejores oportunidades laborales. La Romareda, con todo nuestro dolor, ha quedado obsoleta, y puestos a reformarla creo que haría un mejor servicio a la ciudad que la acoge si sus terrenos se utilizaran para otros menesteres, y el nuevo estadio sirviese para desarrollar una extensa zona perjudicada por la crisis, para dar por casi concluida su expansión que tanto perjudica al resto de Aragón, y para facilitar el desarrollo económico y demográfico de parte de la Zaragoza vaciada.