El mal perder del Liverpool en Champions y el no saber ganar del PSG
La primera ronda eliminatoria de la Champions dejó dos claros ejemplos de las diferencias existentes entre saber ganar y saber perder. Y del mala ganar y del mal perder. El Liverpool, en concreto su entrenador, Jürgen Klopp digirió muy mal la eliminación ante el Atlético y el París Saint Germain, en concreto sus jugadores, celebraron de forma peyorativa hacia el rival, el Borussia Dortmund, en un doble duelo que no tuvo ningún índice de conflictividad excepto el rifirrafe entre Neymar y Emre Can que terminó con la expulsión de este último.
La ofensa iba para Erling Haaland, neófito delantero noruego de 19 años y la gran sensación de la temporada europea. Los jugadores del campeón francés celebraron la victoria que echaba al Dortmund. Exageradamente para tratarse de la primera vez que llegaban a los cuartos de final en cuatro años; desaforadamente por la identidad del rival. Tan excesivos fueron los fastos que el defensa Layvin Kurzawa salió del estadio para abrazarse a los aficionados. Pero lo que llamó más la atención fue que todos los jugadores reprodujeran el gesto característico de Haaland cuando festeja sus goles. El noruego suele sentarse en el suelo y adopta la postura budista. Primero lo hizo Neymar tras anotar el gol que encaminaba el pase. Al terminar el partido, todos los jugadores del PSG quisieron fotografiarse sobre el mismo césped, ridiculizando a Haaland. Solo Ander Herrera y Thiago Silva no hicieron ese gesto.
Klopp sí tuvo mal perder. «Si dijese lo que pienso del Atlético sonaría como el peor perdedor del mundo... Soy la peor persona cuando pierdo, por eso me enfado. No entiendo por qué el Atlético, con la calidad de jugadores como Koke o Saúl, juega al fútbol de esta manera. Podría realizar un buen fútbol, pero prefiere quedarse atrás y contraatacar», explicó.
Jürgen Klopp: «No entiendo cómo el Atlético juega al fútbol de esta manera»