‘Élite’ cierra un ciclo con otro muerto y un «final abierto»
Netflix estrena hoy ocho nuevos episodios de la serie, que confirma dos temporadas más
Los bailes de graduación suelen dar mucho juego en la pequeña y la gran pantalla, sobre todo si acaban como el rosario de la aurora, como sucedió en la mítica
Carrie y hemos visto en la más reciente Esta mierda me supera. Así que la fiesta de final de curso de una de las series juveniles estrella entre los adolescentes como
Élite no podía ser menos. La sangre tiñe también de rojo la pista de baile en la que los protagonistas se despiden del exclusivo instituto Las Encinas en el comienzo de la tercera temporada de la ficción de Netflix, que llega hoy a la plataforma.
Como ya ocurrió en las dos anteriores entregas, Élite vuelve a comenzar su temporada con una escena impactante, en este caso la muerte de Polo (Álvaro Rico), para desarrollar la trama a partir de un flash forward. ¿Quién está detrás del asesinato? Es la pregunta que planea a lo largo de los ocho nuevos episodios, en los que se cerrarán las tramas principales que colean desde el inicio de la serie para dar paso a nuevas historias en la cuarta y quinta temporada, ya confirmadas. «Todas las preguntas que se habían abierto, ahora tienen respuesta», asegura Carlos Montero, creador de la serie junto a Darío Madrona.
«Si las anteriores temporadas las definíamos como salvajes y oscuras, esta es la más profunda a nivel psicológico», afirma Omar Ayuso, que da vida al personaje homónimo. «Ya no solo están las muertes y la parte más de
thriller, sino que los chicos se enfrentan a cerrar su etapa de instituto y pasar a la vida adulta», matiza. Su relación con Ander (Arón Piper) seguirá siendo uno de los puntales de la historia, marcada este año por la enfermedad de su novio. «Pero gracias a este hecho trágico, Ander recupera a sus referentes», remarca Piper como punto positivo a la odisea que pasará su personaje.
El que también seguirá con su vía crucis es Guzmán (Miguel Bernardeau), obsesionado con que Polo confiese que estuvo detrás de la muerte de Marina. «Le va a hacer mucha falta aprender a estar solo para perdonarse a sí mismo y a sus amigos. O al menos para que ver a Polo no se convierta en un veneno para él», apunta el actor.
Además, al otro líder del instituto se le presenta un nuevo rival amoroso con Nadia (Mina El Hammani): Malick (Leïti Sène), un joven «que se acopla mejor a la religión, la cultura y las necesidades» de la chica y de su estricta familia musulmana. «El final es bastante abierto y varios personajes se quedan sin saber qué les depara el futuro», avanza Piper. «Pero, sobre todo, es un fin de ciclo», zanja.