Los guardias civiles en cuarentena permanecen asintomáticos en casa
Están preocupados, pero esperanzados ya que no tienen fiebre por el momento Uno de ellos reconoce que se siente «como si estuviera secuestrado»
Los ocho agentes de la Guardia Civil del puesto de Casetas y de La Muela que fueron escupidos por una detenida que dio positivo en coronavirus permanecen en sus casas en cuarentena y asintomáticos. Todos reconocen estar preocupados, según fuentes consultadas por este diario, si bien tienen esperanza de que no hayan sido infectados porque no tienen fiebre. Sería una suerte para ellos, ya que muchos de ellos recibieron los fluidos bucales de P. A. U. de forma directa mientras les espetaba: «Os he pegado el coronavirus, joderos, sois unos hijos de puta por hacerme esto».
La arrestada, según consta en el atestado al que tuvo acceso EL PERIÓDICO, les escupió en varias ocasiones y llegó a desear que los familiares de los guardias civiles también se contagiasen.
Por el momento sus deseos no se han cumplido, aunque no lo saben porque no se les ha practicado ninguna prueba para comprobar si están infectados. Mientras permanecen aislados, la mayoría encerrados en habitaciones individuales de sus viviendas. Uno de ellos ha llegado a reconocer que se siente «como si estuviera secuestrado». «A uno de ellos, su mujer le ha llevado la comida en una bandeja, le ha dado unos golpes en la puerta y se la ha dejado en el suelo sin tener ningún tipo de contacto», relata una persona que ha podido hablar con él por el móvil.
P. A. U. fue detenida / por un delito de violencia doméstica al agredir a su novio en Cuarte de Huerva, pero los agentes también le imputaron un delito de atentado agente de la autoridad y resistencia grave.
En el caso de que alguno de ellos diera positivo en coronavirus, esta mujer podría ser acusada de un delito de lesiones por contagio de enfermedades y castigada a tres años de prisión por