“Ellos me han salvado la vida, ¿cómo no les voy a aplaudir?”
No puede reprimir las lágrimas al otro lado del teléfono cuando cuenta que, cada tarde, sale «puntual» a su balcón de Zaragoza para aplaudir a los sanitarios «y a todos los que están ayudando en esta crisis», matiza. «Si ellos me han salvado a mi la vida, ¿cómo no les voy a aplaudir? Me emociona y no falto nunca», cuenta Carmina García Herrero, que se está recuperado de una operación de cáncer de pulmón. «En esta ocasión», precisa, porque con anterioridad ya ha sido intervenida varias veces en los dos últimos años por metástasis en otras partes del cuerpo.
«Estoy intentando por todos los medios mantenerme activa. Hago mi tabla de gimnasia y por recomendación médica debo caminar, así que he convertido el pasillo de mi casa en un circuito», cuenta entusiasmada. «He llegado a los tres kilómetros, pero más se me hace difícil en este espacio», reconoce. Su marido es su mejor apoyo, pero también sus amigos, familiares y compañeros de la asociación contra el cáncer en Zaragoza. «Mantengo relación constante con personas que están en mi misma situación, hacemos videollamadas y también he hablado con la oncopsicóloga. Me manejo bien con las redes sociales», dice. Aunque el «pánico» al coronavirus es general, dice que los pacientes con cáncer están entrenados al miedo. «Ya somos valientes», señala.