A la espera del diálogo social del agua
Arrojo Agudo El contexto lo marca la pandemia, el ICA y y alcanzar un amplio consenso en la materia
PROFESOR EMÉRITO UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA llas cuestiones que consensuen, comprometo financiación y ejecución prioritaria. En las que no se consiga acuerdo, ya veremos; decidirá el Gobierno…».
De esta forma, incentivando el diálogo, se consiguió cerrar definitivamente conflictos tan agudos como los del embalse de Santaliestra, en el Canal de Aragón y Cataluña, o el de la presa de Torre del Compte, en el Matarraña. Incluso el conflicto de Biscarrués entró en vías de solución, a través de ese diálogo, bajo la mediación de la Fundación Ecología y Desarrollo. Por desgracia llegó una nueva convocatoria electoral y colapsó el proceso.
Hoy, doce años después, la DGA acepta impulsar de nuevo el diálogo social para resolver definimostró tivamente el conflicto de Biscarrués, tras las sentencias judiciales que anulan el proyecto.
En 2004, el entonces presidente de la CHE, con el apoyo de Narbona desde Madrid, se mostraba así de optimista: «Se puede llegar a un acuerdo en todas las obras, incluidas Yesa, Biscarrués y Santaliestra …».
Y en efecto, en los casos que se abordaron con tiempo y voluntad, como fue el de Santaliestra y el de Torre del Compte, se de
José Luis Alonso,
que hablando se entiende la gente. Hoy nadie se acuerda siquiera de estos conflictos, mientras que, por desgracia seguimos a vueltas con el recrecimiento de Yesa, Mularroya e incluso Biscarrués. Dieciséis años después, me atrevo a asegurar lo mismo que dijo José Luis Alonso: tanto en Yesa, como en Mularroya y Biscarrués hay alternativas que suscitarían consenso, cubrirían las necesidades del regadío a menor coste y serían más eficientes en las vigentes perspectivas de cambio climático.
Los casos de Santaliestra y del Matarraña son botones de muestra al respecto. También debería abrirse una mesa de diálogo sobre el Matarraña para cerrar con pleno consenso las últimas demandas pendientes, y otra sobre el Guadalope, donde hay que redistribuir concesiones, costes y compromisos en toda la cuenca tras la salida de Endesa, por el cierre de la térmica en Andorra.
Por otro lado, la pandemia del coronavirus y la correspondiente declaración de alarma que vivimos, han precipitado una doble decisión de la DGA: la suspensión del cobro del ICA, incluidos los recibos impagados hasta la fecha, y el compromiso de reforma