Cartas de amor sin remite
Querido lector: a estas alturas de la película, usted y yo sabemos que una de las cosas que más duelen de este virus es la soledad. No la de los que estamos en casa sino, sobre todo, de quienes pasan sus días (sus últimos días, incluso) sin una cara amiga, sin una voz de aliento. Por eso, nació en su día una cadena de cartas que la doctora Cristina Marín inicio en el hospital La Princesa, en Madrid. Por eso, Carmen Sánchez Monterde, después de toda una vida unida a la radio, escuchó del proyecto y quiso dar un paso más. Y hacerlo desde Aragón. Por eso, muchos sabemos del proyecto, que también ha incluido a muchas voces de los medios. Por eso, tocaba hablar hoy de Cartas desde mi casa, que hasta hace un guiño a una de las más bellas obras de Bécquer, que creó en otro encierro obligado por otra enfermedad --la tuberculosis-- en Veruela.
Hablo con Carmen de la idea. Ya ha lanzado el proyecto con el produtor Carlos Gacías, experimentado productor y director de Sin Palabras Creativos. Se han arrastrado mutuamente a esta aventura. Un sentimiento compartido. «Este virus que ha traído incertidumbre, muerte... nos ha contagiado de amor».
Así lo explicaron en la nota de prensa de este proyecto que va a recopilar cartas anónimas a través de cuentas de correo y de redes sociales, para luego ponerles voz y que lleguen a los hospitales. Habrá quienes no puedan leer, pero todos podrán escuchar un audio. Para ponerlo en marcha, Carmen habló con Mamen Sánchez Roldán, subdirectora de
Gestión de Participación del Salud. Y llegaron a la misma conclusión: había que unirse a la idea de la doctora Cristina Marín y darle nuevas alas para que, a través de esta plataforma, volara por toda España.
Carmen Sánchez y Carlos Gacías ya han empezado a grabar los primeros audios. No solo ellos (o ella). También se han unido reconocidos locutores de la tierra y periodistas de la radio. Ninguno quiere darse promoción, así que le doy al play para comprobar. Es un juego del Veo, veo sonoro. Esa es la voz de la propia Carmen. La siguiente... ¿Pepe Lasmarías? ¿Beatriz Pitarch? ¿Nacho Ariza?
Carmen reconoce que cada día son más los que se unen, pero lo más emocionante son las cartas que reciben, que son las base de todo. Sin esas letras no habría nada. Y las hay de todo tipo. Una de las primeras fue una misiva que un señor de 74 años, vecino de Alagón, envió por email, hablando de cómo su «chica» sigue siendo maravillosa, de cómo pronto llegará la primavera. A Carmen le emocionó la que Clara le escribió recién cumplidos los 32 años, que contaba cómo los vecinos de su calle «a los que no conocía hasta ahora» le cantaron el cumpleaños feliz. Y como ahora debemos cuidar todos de todos. Por eso, Cartas desde mi casa debe recibir muchas misivas. Solo hay que colgarlas en Instagram, Twitter o Facebook, con el hastag #cartasdesdemicasa o enviarlas o escribir a info@ cartasdesdemicasa.com. Y como escribe Ángel --genial humano y autor de la carta Déjate llevar, para quien quiera buscarla--, «desde el momento en que me leas, aquí tienes un amigo. Lo mismo un día nos vemos y nos damos un abrazo, pero preto».
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«Desde el momento en que me leas, aquí tienes un amigo. Lo mismo un día nos vemos y nos damos un abrazo ‘preto’»