Detenida por intentar degollar a su exsuegra
La agresión se produjo en la entrega de unos menores en régimen de custodia La hipótesis apunta a rencillas por la tutela de los niños, después de la muerte del padre
La Guardia Civil detuvo ayer por la mañana, en Villamayor de Gállego, a una mujer por intentar degollar a su exsuegra. Los hechos tuvieron lugar sobre las 10.00 horas en la vivienda de la víctima, lugar donde se habría presentado para la entrega de los menores que están bajo régimen de custodia compartida.
Hasta allí se trasladaron agentes del puesto de Peñaflor del instituto armado que socorrieron a la víctima y que procedieron al arresto de la sospechosa.
Al parecer, según las primeras hipótesis, la agresión se habría producido en el intercambio de los menores, ya que la custodia la comparte la agresora y el padre de los niños, si bien este habría fallecido y ahora recae en manos de la víctima.
Las heridas no revistieron de gravedad, por lo que los agentes, tras tomar declaración a la arrestada, decidieron ponerla en libertad a la espera de ser citada por el juzgado correspondientes como autora de un delito de lesiones, si bien el juzgado de Zaragoza que acabe instruyendo el caso podrá cambiar la calificación jurídica. Los agentes acordaron esta decisión, atendiendo a la disposición del código penal que entiendo «si el sujeto desiste espontáneamente de la ejecución o impide la consumación del delito, no se le impondrá una pena o medida de seguridad alguna por lo que éste se refiere, a no ser que los actos ejecutados constituyan por sí mismos algún delito diferente, en cuyo caso se le impondrá la pena o medida señalada para este».
El delito de lesiones está castigado con una pena de prisión de entre tres meses a tres años o también puede ser una multa de seis a doce meses, siempre que la lesión necesite tratamiento médico o quirúrgico tras la primera asistencia médica. Unos hechos que sorprendieron a los vecinos de este municipio que, tal y como reconocieron varios de ellos, en un primer momento pensaron que las sirenas que escucharon se debían al estado de alarma por el coronavirus. No obstante, pronto corrió la noticia por esta localidad zaragozana a través de los grupos de Whatsapp.
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