CUATRO CENTROS PARA CONTAGIADOS
Los focos
El Gobierno de Aragón ya ha habilitado dos residencias que se dedicarán exclusivamente a los mayores que resulten infectados por el virus del covid-19, para que puedan recibir un mejor tratamiento y se elimine el riesgo de contagio. Ahora, a los que ya existen en Yéqueda (Huesca) y Gea de Albarracín (Teruel) se van a unir dos más en Zaragoza: una en Casetas (126 camas) y la otra en Miralbueno (46). En Aragón, los dos primeros brotes de covid-19 surgieron en dos residencias de la capital aragonesa: Nuestra Señora de los Ángeles, con unos 10 casos. El segundo brote fue en Fundación Tau San Eugenio, en Torrero, con siete casos. La tercera residencia fue la de Monreal del Campo, en la que también se ha dado un número elevado de contagios y, lamentablemente, algún fallecimiento. Ahora hay más de una decena afectadas en las tres provincias.
García se / muestra crítico con las palabras de la ministra de Defensa, Margarita Robles, que dijo el otro día que la Fiscalía estaría vigilante ante la actuación de las residencias. «Si hay una que ha hecho las cosas mal, espero que le caiga todo el peso de la ley encima. Pero no se puede generalizar, porque a los trabajadores, que están doblando turnos, si les dices que la Policía va a examinar su trabajo con lupa no sé con qué animo acudirán a sus puestos», dice e insiste: «les faltan medios de protección, pero no pueden hacer nada más. Se merecen un monumento en cada plaza».
Los empleados de las residencias, explica, van a trabajar a sabiendas del riesgo que corren, tanto ellos mismos como sus familias y los usuarios al poderse contagiar. Y además, durante estos días tienen más trabajo que el habitual. A los cuidados que tienen que realizar rutinariamente se les ha unido ahora el conectar vía videollamada a los residentes con sus familias. «Hay residencias que hacen más de 50 llamadas al día. No dan abasto. Y aún así hay quejas. Hay directores que me llaman llorando para desahogarse porque ya no saben qué hacer», conluye.
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