Canfranc: luz al final del túnel
Tras el cierre de las comunicaciones hace 50 años por un accidente en la vertiente francesa, la reapertura del trayecto parece cada vez más próxima Las obras en la estación no se han detenido
Un accidente ferroviario del que ayer hizo 50 años provocó el descarrilamiento de un tren de mercancías que circulaba por la línea de Canfranc (en la vertiente francesa) y el hundimiento del puente de L’Estanguet. Esto supuso el fin de las comunicaciones internacionales y el comienzo de las reivindicaciones por la reapertura del trazado. La enorme estación varada en el corazón del Pirineo se ha convertido desde entonces en el símbolo de una lucha que cobra especial trascendencia en una época en la que los medios de transporte eficientes son más necesarios que nunca.
La crisis del coronavirus ha provocado un cierre global de las comunicaciones, pero los defensores de la línea ferroviaria no quieren dejar pasar el aniversario sin hacer notar sus reivindicaciones. «Es necesario dale resalte a este día para que quede claro que no nos olvidamos», manifestó el alcalde de Canfranc, Fernando Sánchez.
Con la mirada puesta en una posible reapertura de la línea, para la que existe voluntad porítica entre España y Francia y apoyo finacieron de la UE, los planes del Gobierno de Aragón contemplan también la construcción de una nueva estación (casi a punto de terminar), la recuperación de la playa de vías y la ejecución de más de un centenar de viviendas para la financiación de parte de los trabajos.
El coronavirus no está siendo especialmente dañino para la planificación. En estos mohacer
Solución medioambiental
mentos se sigue trabajando en las obras de la nueva terminal y en la rehabilitación exterior del edificio. El estado de alarma ha afectado a algunas tareas concretas pero, en general, se sigue traajando atendiendo, eso sí, a las indicaciones de protección sanitaria establecidas con carácter general.
El consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, señaló que la clave para estos avances está en trabajar de forma conjunta con Francia para demostrar, ante Europa, que se trata de una conexión con carácter internacional, una solución medioambiental que sirve para descarbonizar, ya que se traslada el transporte de mercancías por carretera al ferrocarril, y, en definitiva, para más fuerte la cohesión de los Estados en Europa.
Fruto del trabajo conjunto, en 2017 llegó la primera buena noticia. El dossier presentado a los fondos del Mecanismo Conectar Europa logró financiación europea. Un total de 14,7 millones que se están usando para preparar los estudios que servirán para reabrir la línea internacional. Y el año pasado un nuevo respaldo comunitario garantizó 2,8 millones que servirán para estudiar la operatividad del túnel ferroviario y que permiten financiar las obras que se están realizando en los Arañones. «Podemos pensar que seremos la generación que reabra el Canfranc», consideró el consejero.
«Nos tenemos que planeta el futuro de otra manera, pues se ha visto que no se hacía un uso correcto del planeta, por eso aportar por la comunicación ferroviaria es tan importante», reitera en la misma línea el alcalde de la población.
Redes sociales
El regidor celebró la buena respuesta que tuvieron ayer en las redes con su campaña a favor de la reapertura. La sensación general es que la luz al final del túnel está cada vez más cerca, a pesar del comprensible escepticismo. Una confianza que comparten tanto la coordinadora para la reapertura, Crefco, como su homóloga francesa Creloc, que debieron aplazar una concentración que tenían previsto llevar a cabo en Bedous para exigir del Gobierno galo la continuación de la línea que llega desde la población hasta al túnel transfronterizo.
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