CSIF denuncia al IASS ante Trabajo por los EPI
Los conflictos abiertos entre el Gobierno de Aragón y los empleados públicos no cesan. Si el miércoles eran los jueces y los sanitarios los que lamentaron la gestión (o los discursos) del Ejecutivo autonómico, ayer fue CSIF, el sindicato de funcionarios, el que denunció al Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) ante la Inspección de Trabajo por incumplir la Ley de Prevención de Riesgos Laborales con los trabajadores de las residencias públicas por la falta de protección. El suministro de las EPI ha sido la principal demanda de estos centros, tanto de los privados como de los que dependen de la administración, desde que se desatara la curva de contagios por el coronavirus. «El IASS está obligando a los profesionales sanitarios a reutilizar equipos de protección individual cuyas características de uso indican que una vez utilizados deben ser deshechados», explica el presidente autonómico de CSIF, José Luis Santafé. Esta situación, está provocando, argumentó el portavoz sindical, que «gran parte del personal asistencial esté enfermando», por lo que reclaman a la Inspección de Trabajo «que realice las comprobaciones oportunas» y que inste al IASS a dotar de equipos de portección a estos trabajadores.
A su vez, la Fundación Lares, que agrupa las residencias provadas de toda España, denunció ayer la situación «extrema» que padecen en las residencias de mayores por la ausencia de EPI y «la presión de intervención por las inspecciones de las consejerías». Así lo puso de manifiesto el presidente de esta organización, Juan Ignacio Vela, desde la residencia que se ha puesto en marcha recientemente en Gea de Albarracín para personas mayores que estén contagiados. más fáciles de sectorizar», añadieron desde Sanidad.
Pero la realidad en cada uno de los centros sigue siendo crítica y muy diferente en cada uno de ellos. En Muniesa, Teruel, dos de los mayores de su residencia ya han dado positivo. Uno de ellos ya ha sido trasladado a un hospital, mientras que el otro permanece aislado en el propio centro en contra de las peticiones de la propia residencia. Otros usuarios, así como algunos trabajadores, ya están comenzando a padecer síntomas compatibles con el covid-19, por lo que el ayuntamiento de la localidad ha pedido públicamente tests para todos ellos.
Por contra, en la residencia de Los Olivos, en Huesca, la situación dista mucho de parecerse a la de hace tan solo unos días, cuando solo dos de los trabajadores del centro seguían trabajando. El resto, estaban o contagiados o en cuarentena. «La situación ya se ha solucionado, porque el IASS nos ha facilitado personal. Ahora ya somos los que tendríamos que ser en cada turno», comenta una responsable del centro, que no especifica el número exacto de trabajadores. «Ha sido muy duro. Como una guerra», concluye.
☰