TRASLADO DE ANCIANOS CON CONTAGIO LEVE.
La DGA abre el cuarto centro intermedio para mayores, en el barrio zaragozano de Casetas El Ejecutivo interviene la gestión de tres geriátricos y lo hará siempre que haga falta «para proteger»
Las residencias de mayores acumulan 168 casos de fallecimiento por coronavirus en Aragón, dos tercios del total, 251, que se han producido en la comunidad hasta el momento. Sin embargo los contagios, 687 contabilizados, suponen apenas una quinta parte de los 3.078 totales. Lo cual no hace sino apuntalar el hecho de que este virus muestra una «especial dureza» para los mayores, más aún para los que padecen alguna patología previa.
Esto se aprecia claramente en los análisis parciales que viene ofreciendo el Ejecutivo autonómico, que señalan que el 90% de los que mueren como consecuencia del covid-19 tienen más de 70 años, y no es algo propio de la comunidad. En España, la media ronda el 86%. Esto se nota especialmente en los óbitos, ya que, ciñéndolo a las residencias, ni los contagios ni la hospitalización (con 212 personas, un tercio de los contagios) son tan abrumadores.
Esa «especial dureza» / la destacó ayer la consejera de Servicios Sociales de la DGA, Mariví Broto, en su comparecencia tras el gabinete de crisis diario. La responsable del área se deshizo en elogios para el «gran esfuerzo» de los 8.700 profesionales que trabajan en las 344 residencias de la comunidad, incluidos sus gestores.
Unos establecimientos que alojan a 22.000 residentes que, por lo menos hasta el estallido de la pandemia, veían estos establecimientos como «su hogar», y eran «felices» en ellos. Se hace lo posible para que siga siendo así, indicó, aunque «la epidemia lo ha cambiado todo». De hecho, son «pocas», aunque no hay datos concretos, las familias que se han llevado a los mayores de las residencias.
En ocasiones, eso sí, los centros están atravesando dificultades, y el Ejecutivo ha tenido que intervenir. Tras haber intervenido varios de ellos desde el punto de vista del control sanitario, el Gobierno de Aragón ha tomado el control asistencial de tres centros, según detalló Broto, para «ayudar a la dirección». Concretamente el centro Los Olivos de Huesca, la residencia de Épila, en la provincia de Zaragoza, y el Asilo San José en Teruel. De momento no hay previsto hacerlo en más, aunque no se descarta «siempre que sea para proteger», aseguró la consejera.
Esta incidió en que el Gobierno de Aragón ha adoptado «todas las medidas posibles» respecto a las residencias, tanto en instrucciones –con la primera dictada el día 6 de marzo, solo dos jornadas después de conocerse el primer caso en la comunidad– como en «contacto diario» con los centros.
En cuanto al material con el que se está dotando a las residencias de mayores, tanto Broto como el gerente del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), Joaquín Santos, afirmaron que, aunque hay «dificultades» para obtenerlo, porque es «escaso a nivel mundial», se ha puesto todo el «empeño» en repartirlo, y a su juicio se ha conseguido. En concreto, se han distribuido 128.000 mascarillas (3.000 de ellas de mayor protección), 900 pantallas protectoras para la cara, 150.000 guantes o 2.500 batas o 6.500 litros de hidrogel, detalló Santos.
Este reparto se ha hecho en «tres envíos» para todas las residencias, y cinco en las que tenían algún caso positivo por la enfermedad. En muchas de ellas el material ha sido repartido por los Agentes de Protección de la Naturaleza (APN), cuya ayuda también agradeció el gerente.
PERSONAL La consejera Broto admitió / que está siendo «difícil» dotar de personal a todos los centros, pero afirmó que, aunque no les constaban datos actualizados de las bajas del personal, están haciendo lo posible no solo para cubrirlas sino para aumentar las contrataciones allí donde es necesario. En este sentido destacó la creación de una bolsa de empleo, que ya cuenta con 3.000 currrículos, 1.200 de ellos con titulación para el sector, de los que 987 han remitidos para contrataciones por petición de centros o instituciones. Tampoco había datos de cuántos se habían contratado, pero les constaba que ya se estaban firmando.
Además, ya hay personal de Servicios Sociales de otras áreas formándose para trabajar en estos centros, y sanitarios destinados a algunos de ellos.
Paralelamente a estos refuerzos, para los residentes que dan positivo pero cuya hospitalización no se considera necesaria, la DGA habilitó centros intermedios, y ayer abrió el cuarto de ellos, el del barrio zaragozano de Casetas, con capacidad 128 plazas. Allí empezaron a llegar los primeros residentes. al menos seis ayer.
Este centro, como el primero que se abrió en Huesca y otros, ha sido cedido para su uso por una empresa, un gesto que también agradeció Broto, quien destacó que todos han sido habilitados a la «máxima velocidad, casi nada más pensarlos». Si bien la apertura del de Casetas llevaba
La DGA ha repartido en los centros 128.000 mascarillas, con al menos tres envíos de materiales de protección
anunciándose más de una semana y no llegó hasta ayer.
Según detalló el secretario general técnico de Servicios Sociales, José Antonio Giménez, el centro intermedio de Yéqueda, en Huesca, tiene 45 de sus 46 plazas ocupadas; el de Miralbueno, en Zaragoza, 45 de 47 y el de Alfambra, en Teruel, 13 de sus 62.
SATURACIÓN CONTROLADA Pese a la alta ocupación de los dos primeros, la DGA no se plantea «a día de hoy» abrir nuevos, dado que quedan plazas en Alfambra y Casetas y que falta por abrir el de Gea de Albarracín, que por el momento tampoco se habilitará.
En teoría estos centros están pensados para casos menos graves, pero Giménez expuso que 14 de los fallecidos los han tenido como escenario. Fuentes del Gobierno de Aragón explicaron que, aunque la valoración médica indique que la afección del virus en los pacientes no aconseje su hospitalización, las complicaciones pueden tener un trágico desenlace.