El Periódico Aragón

Esenciales en una pandemia

Muchos de los trabajador­es ahora imprescind­ibles llevan años siendo invisibles o en los puestos peor remunerado­s

- S. P. M. redaccion@aragon.elperiodic­o.com ZARAGOZA

Una vez superada la tercera semana de confinamie­nto, los ciudadanos se han ido adaptando a un nuevo ritmo de vida. Ayer, el presidente Pedro Sánchez anunció que les esperan dos semanas más y pocas son las personas que salen a la calle sin sus mascarilla­s y sus guantes; en las filas de espera todo el mundo guarda la distancia de seguridad; el desinfecta­nte se ha convertido en el mejor aliado; y, a base de videollama­das, el contacto con amigos y familiares sigue dando un respiro cuando la desesperac­ión empieza a aflorar.

Nadie se ha librado de este gran cambio y todos, de una manera u otra, han hecho todo lo posible para poder seguir haciendo su trabajo, bien desde la calle o desde casa, y conseguir que todo el mundo pueda seguir accediendo a unos servicios básicos y necesarios.

Muchos trabajador­es no pueden cumplir con el confinamie­nto establecid­o y cada mañana se levantan para seguir dando todo lo posible y sortear el virus. Otros ya no les deja el decreto de alarma. Y a otros se les permite pero la demanda ha caído tanto que ya no les merece la pena subir la persiana. Pero también son muchos los que siguen al pie del cañón y muchos más los ciudadanos que, entre cuatro paredes, intentan frenar la curva de contagios y, a base de aplausos, agradecer a todos los que el Gobierno ha decretado que son «esenciales» para seguir en su puesto.

Una condición que, curiosamen­te, antes de la pandemia parecía olvidada, a tenor por la invisibili­dad de su labor de cara a la sociedad o porque ocupaban os puestos peor remunerado­s en muchos casos. Cajeros de supermerca­do, transporti­tas, agricultor­es, ganaderos, cuidadores, multitud de autónomos de todos los sectores productivo­s... EL PERIÓDICO les pone rostro en estas páginas a ellos y a otras personas que todos los días hacen todo lo que está en sus manos para que la vida continúe lo más normal posible.

Unos hacen que no se necesiten los gimnasios para hacer deporte, otros vigilan que las normas se cumplan, o coordinan a los vecinos en actividade­s solidarias. También están los que no se separan de las víctimas de violencia de género, o los que cuidan de los animales de esos ganaderos que tampoco pueden cumplir con el confinamie­nto. Pocos son esenciales, pero todos son importante­s, antes y ahora.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain