Un Día Mundial en pandemia
Los sanitarios coinciden en que el sistema estaba debilitado por los recortes y exigen más material y medios Ciudadanos propone un pacto social y político en Aragón que blinde la Sanidad
Si algo ha evidenciado la crisis del coronavirus es la importancia que tiene tener un sistema sanitario fuerte, sano y con recursos. El equipo humano que trabaja en los centros hospitalarios ha demostrado que cumple con estos requisitos, pero la estructura del sistema ha sido víctima de unos recortes que dejaron a la sanidad pública patas arriba y que todavía se retuerce de dolor.
Ayer fue el Día Mundial de la Salud, la fiesta grande del Año Internacional del Personal de Enfermería y de Partería con el que la Organización Mundial de la Salud (OMS) quería resaltar su papel. Lo normal es que las instituciones públicas traten de sacar pecho en esta jornada sobre su buena gestión y su buen hacer, pero nada de eso sucedió ayer. Primero porque ha quedado demostrado que los sanitarios se reivindican solos con hechos, segundo porque cada día los balcones de miles de hogares se encargan de reconocer su labor, y tercero porque el dichoso covid-19 lo ha eclipsado todo. En una situación normal, en el Día Mundial de la Salud se habría destacado que Aragón es la tercera comunidad que mejor servicio público presta. Así lo señala un informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública. Destaca por su gasto per cápita, por la disponibilidad de camas, por el número de pruebas médicas que realiza, por su gasto farmacéutico o por su personal. Aún así, no todo es perfecto.
El presupuesto en Sanidad se ha incrementado en los últimos años. En Aragón, cuando explotó la crisis económica en el 2007 se destinaron 1.635,88 millones de euros. Hicieron falta tres años para que diera un salto hasta los 1.907,69, aunque cinco después volvió a caer hasta los 1.600,43 millones. En el 2018 y el 2019 (por la prórroga presupuestaria) la comunidad aragonesa destinó 1.991,29 millones a gasto sanitario y este se habían dispuesto 2.072 que se han quedado cortos por las circunstancias.
Vaivenes presupuestarios directamente relacionados con la situación económica del país y con el color del Gobierno. Fue con el Partido Popular cuando el sistema sanitario y social fue recortado mientras se apostaba por la gestión privada de la sanidad. «No solo la pandemia tiene
La comunidad destaca por su gasto per cápita, número de camas, pruebas y personal
El Sindicato de Enfermeras se reivindica y urge la contratación de más de 2.000
la culpa de lo que está pasando ahora porque parte del problema son las consecuencias de los recortes», aseguran desde la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública, que mantiene el lema de que «la Sanidad no se puede vender porque todos tenemos derecho a una buena atención».
La directora del Colegio de Médicos de Aragón, Concha Ferrer, explica que esta situación ha provocado que el sistema sanitario no sea una estructura fuerte y ágil. «Estaba muy debilitado y con la pandemia ha quedado claro que el equipo humano es extraordinario pero que no existe capacidad para dar una respuesta rápida», comenta.
A su juicio, la dependencia de la Sanidad con la política le ha perjudicado y la crisis del coronovirus no ha hecho otra cosa que sacarlo a la luz. «La Sanidad tiene que quedarse al margen de las idas y venidas de los políticos, tiene que haber un gran pacto que se respete», añade. Según Ferrer, la crisis actual ha marcado un antes y un después que obligará a replantearse las debilidades del sistema. En este sentido y con la mirada puesta en la postcrisis, Cs ha presentado una proposición no de ley en las Cortes de Aragón, a través de la diputada Susana Gaspar, para impulsar el debate entre los representantes políticos, los agentes sociales y las mesas sectoriales de la Sanidad para alcanzar un pacto social y político.
Para el Sindicato de Enfermeras Satse es esencial que se apueste por dotar de material y de trabajadores a los hospitales y centros. Dicen que para cumplir con la radio que recomienda la UE serían necesarias 2.657 enfermeras más en Aragón, que ocupa el quinto lugar en el ránking nacional. Insisten en que la dispersión geográfica y el envejecimiento exigen un mayor número para atender la demanda sanitaria y aseguran que el riesgo de mortalidad directa está asociada a la ratio de paciente-enfermera.
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