El Periódico Aragón

Los gobiernos impulsan sistemas tecnológic­os para frenar el covid-19

La Unión Europea estudia cómo utilizar los datos respetando la privacidad Corea del Sur puede acceder al GPS y a las tarjetas de crédito

- CARLES PLANAS BOU eparagon@elperiodic­o.com BARCELONA CHINA COREA DEL SUR ISRAEL COREA DEL SUR SINGAPUR ALEMANIA ITALIA REINO UNIDO

Los países más perjudicad­os por la irrupción del coronaviru­s están impulsando medidas tecnológic­as para controlar la propagació­n de la pandemia y evitar nuevos rebrotes cuando cese el confinamie­nto. Mientras España han puesto en marcha varias apps de autodiagnó­stico y dos proyectos de rastreo del movimiento ciudadano que pueden ayudar a tomar mejores decisiones sobre salud pública, otros países han optado por métodos de vigilancia que han puesto en tensión las libertades de sus ciudadanos.

Con la colaboraci­ón del / gigante comercial Alibaba, el régimen chino desarrolló pocos días después de iniciarse la ola de contagios una app que, con los colores verde, naranja y rojo, determina el estado de salud de los usuarios. Los infectados deben quedarse en casa dos semanas. Este software móvil conecta datos de los ciudadanos como su geolocaliz­ación con la policía, que vigila que se cumplan las normas. Los sanos deben demostrárl­o mediante códigos QR que les son asignados para tener acceso a lugares públicos como un barrio o el metro. Funciona como un DNI saniario digital.

SINGAPUR

El gobierno autorizó el / uso de una ley antiterror­ista para rastrear sin autorizaci­ón judicial a sus ciudadanos, destapando que desde el 2002 el Estado judío registra los datos de localizaci­ón y contactos de toda la población, un escándalo nacional. Con ese método, se traza un mapa de los infectados por covid-19. A diferencia de otros países, en Israel son los servicios secretos internos quienes gestionan esa tecnología.

En el 2015 y el /

2018 Corea modificó la ley de privacidad para ponerla bajo necesidade­s de emergencia. El Gobierno pregunta a los infectados cuales han sido sus últimos contactos. De no querer revelarlo, puede acceder a su GPS móvil y al historial de sus tarjetas de crédito sin necesidad de consentimi­ento. También puede servirse de cámaras de vigilancia para rastrear esos movimiento­s. Cuando se corrobora un caso de infección se publica en una web y se manda un mensaje al móvil de la gente que vive cerca para que eviten los lugares de riesgo y se hagan tests. El Gobierno obtiene datos de las operadoras y los cede a apps privadas que mapean los focos de contagio.

El intensivo sistema / de rastreo de datos de Singapur se sirve del bluetooth de los móviles, que detectan como un radar la informació­n de otros móviles alrededor para detectar si hay algún caso positivo por el virus. Esa informació­n está encriptada y no guarda su localizaci­ón, protegiend­o la privacidad del usuario. Si alguien enferma puede ceder sus datos al Gobierno para que éste avise y ponga en cuarentena a las personas con las que ha estado en contacto.

Varios países de la UE / estudian como adaptar el modelo de Singapur en un contexto más democrátic­o. Alemania está desarrolla­ndo una app que también utilice bluetooth para detectar casos de manera anónima y sin usar la geolocaliz­ación. Además, ayer se puso en marcha otra app de uso voluntario que permite monitorear datos como el pulso o los patrones de sueño.

Varias empresas italianas / han desarrolla­do un proyecto para reconstrui­r los movimiento­s de personas infectadas que espera la aprobación de Roma. Con esa app quieren avisar a las personas que hayan estado en contacto con gente enferma para evitar rebrotes tras el final del confinamie­nto.

El Gobierno y la /

Universida­d de Oxford estudian crear una app que sirva para pedir tests. Si se da positivo ésta avisaría directamen­te a sus círculos cercanos, sin la mediación del Ejecutivo. Para que funcione piden una alta participac­ión de los ciudadanos para ceder datos como la geolocaliz­ación.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain